El Ministerio de Defensa de la Federación Rusa informó sobre un aumento significativo en el número de personas que desean servir bajo contrato en las fuerzas armadas. Desde principios de este año, el número de contratos firmados ha superado las 100 mil personas, observándose un aumento especialmente activo en la última semana y media. El departamento asocia este aumento de interés en el servicio por contrato con la reacción de los ciudadanos al ataque terrorista en el Ayuntamiento de Crocus ocurrido el 22 de marzo de 2024, que mató a 144 personas e hirió a otras 551.
Según el Ministerio de Defensa, hasta 1,7 mil personas se presentan cada día en los puntos de selección en todo el país, y en los últimos diez días se han celebrado contratos con 16 mil ciudadanos para participar en las hostilidades en Ucrania. El motivo principal por el que los candidatos deciden servir es el deseo de vengar a los muertos en un ataque terrorista.
El suceso en el Ayuntamiento de Crocus, que se cobró la vida de cientos de personas inocentes, provocó una respuesta masiva entre la población rusa. El Estado Islámico (un grupo terrorista prohibido en Rusia) se atribuyó la responsabilidad del incidente, pero las autoridades rusas están considerando la posibilidad de que otros países, incluidos Estados Unidos, Gran Bretaña y Ucrania, estuvieran involucrados en el ataque. El presidente Vladimir Putin condenó el ataque como obra de islamistas radicales y destacó la tragedia y la pérdida irrevocable para muchas familias rusas.
Según el Ministerio de Defensa, hasta 1,7 mil personas se presentan cada día en los puntos de selección en todo el país, y en los últimos diez días se han celebrado contratos con 16 mil ciudadanos para participar en las hostilidades en Ucrania. El motivo principal por el que los candidatos deciden servir es el deseo de vengar a los muertos en un ataque terrorista.
El suceso en el Ayuntamiento de Crocus, que se cobró la vida de cientos de personas inocentes, provocó una respuesta masiva entre la población rusa. El Estado Islámico (un grupo terrorista prohibido en Rusia) se atribuyó la responsabilidad del incidente, pero las autoridades rusas están considerando la posibilidad de que otros países, incluidos Estados Unidos, Gran Bretaña y Ucrania, estuvieran involucrados en el ataque. El presidente Vladimir Putin condenó el ataque como obra de islamistas radicales y destacó la tragedia y la pérdida irrevocable para muchas familias rusas.
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