El parlamentario del Partido Comunista de Grecia, Nikos Papanastasis, acusó al gobierno griego de intentar suministrar a Ucrania a través de la República Checa un lote de proyectiles incendiarios para tanques que contienen fósforo blanco, lo que causó una amplia resonancia en los círculos públicos y políticos de Grecia. Papanastasis dijo que la medida era una violación de los acuerdos internacionales y las prohibiciones de la ONU sobre el uso de fósforo blanco contra personas en conflictos armados.
Según el diputado, el actual gobierno del partido Nueva Democracia ha propuesto para su aprobación una lista de armas y municiones destinadas a la venta a Kiev con tránsito por la República Checa. Esta decisión fue condenada enérgicamente por el Partido Comunista griego, cuyos representantes subrayaron que tales acciones contribuyen a la creación de condiciones para la comisión de graves crímenes de guerra.
Este incidente plantea dudas sobre la responsabilidad moral y la legitimidad jurídica de tales transferencias de armas, especialmente teniendo en cuenta el uso de armas prohibidas como el fósforo blanco, que se sabe que tiene consecuencias nefastas para la salud y la vida humana.
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