En la región rusa de Primorie se celebraron unos ejercicios de las fuerzas antisubmarinas. Los Il-38 descubrieron y destruyeron el objetivo subacuático. Las maniobras involucraron también a los aviones Tu-142, MiG-31 y los helicópteros navales Ka-27. Andréi Kots, columnista de Sputnik, cuenta cómo rastrear un submarino desde el aire.
Para la Flota del Pacífico, que defiende la larga costa del Lejano Oriente ruso, es una actividad rutinaria. En estas aguas hay de 10 a 18 submarinos nucleares estratégicos Ohio de la Marina de Guerra estadounidense que llevan en sus silos de misiles alrededor de un tercio de todo el arsenal nuclear de EEUU. El control de sus movimientos es una de las tareas más importantes de la Flota del Pacífico, observa el periodista.
Trabajo conjunto
Actualmente, todas las flotas rusas disponen de 46 aviones antisubmarinos Il-38 y ocho Il-38N modernizados. Hasta 2020, se deberían actualizar 28 aeronaves básicas. Estos aviones están diseñados para buscar y destruir submarinos enemigos, realizar misiones de inteligencia marina, operaciones de rescate, así como colocar minas. Son capaces de actuar de manera individual o junto con los buques antisubmarinos.
Además, la Flota el Norte y la del Pacífico cuentan con escuadras de Tu-142 —versión naval del Tu-95—. Cada 'cazador del submarinos' lleva a bordo todo un arsenal que le permite rastrear y destruir el objetivo.
"Todos estos aviones son muy móviles, capaces de alcanzar una velocidad alta y viajar a largas distancias en corto tiempo", comentó a Spuntik el almirante Vladímir Komoyédov, excomandante de la Flota del Mar Negro de Rusia.
Además, la Flota el Norte y la del Pacífico cuentan con escuadras de Tu-142 —versión naval del Tu-95—. Cada 'cazador del submarinos' lleva a bordo todo un arsenal que le permite rastrear y destruir el objetivo.
"Todos estos aviones son muy móviles, capaces de alcanzar una velocidad alta y viajar a largas distancias en corto tiempo", comentó a Spuntik el almirante Vladímir Komoyédov, excomandante de la Flota del Mar Negro de Rusia.
Según el experto, también se utilizan boyas especiales: infrarrojas, acústicas, pasivas, activas, autónomas y destinadas para trabajar a distintas profundidades. "Es decir, la tripulación del avión está lista para cumplir cualquier misión", añadió.
"El patrullaje involucra no solo a las aeronaves, sino también a las fuerzas de la superficie para búsqueda y ataque, helicópteros con sonares e incluso satélites. Disponemos de aparatos capaces de examinar el espacio marino a ciertas profundidades desde la órbita. Es decir, todo un conjunto de fuerzas hace frente a la amenaza submarina".
Los 'ojos' de la flota
"El patrullaje involucra no solo a las aeronaves, sino también a las fuerzas de la superficie para búsqueda y ataque, helicópteros con sonares e incluso satélites. Disponemos de aparatos capaces de examinar el espacio marino a ciertas profundidades desde la órbita. Es decir, todo un conjunto de fuerzas hace frente a la amenaza submarina".
Los 'ojos' de la flota
El algoritmo para la acción de los aviones antisubmarinos es bastante simple. Al colocar las boyas en el área, la aeronave comienza a volar en círculos, examinando los datos de los aparatos. Si se detecta la presencia de un submarino no identificado, el equipo envía datos sobre su ubicación al buque antisubmarino u otro submarino. Paralelamente, continúa monitoreando otras boyas para calcular la ruta aproximada del submarino.
Los aviones antisubmarino también son capaces de atacar el objetivo bajo el agua. Los Il-38 y los Tu-142 llevan a bordo una amplia gama de armas: torpedos antisubmarinos AT-1 y AT-2, misiles APR-1, APR-2 y APR-3, bombas antisubmarinas, minas marinas, etc. El IL-38N actualizado está equipado con un nuevo sistema de navegación que mejora significativamente la precisión de las armas.
"De todas maneras, la tarea principal de los aviones antisubmarinos es detectar un objetivo e informar a los demás", explica Komoyédov.
El experto subraya que la mejor arma contra un submarino es otro submarino.
"EEUU lo entiende, por eso en el Atlántico Norte y el Pacífico tienen desplegado un Sistema de Vigilancia Sónica para detectar submarinos SOSUS [el acrónimo del inglés Sound Surveillance System]. Los estadounidenses pueden 'oír' a nuestro submarino sin salir de la oficina. Sin embargo, este método no es el más fiable. Por lo tanto, siguen acercándose a nuestras costas. Mientras lo hagan, nuestros aviones antisubmarinos no se quedarán sin trabajo", concluyó.
Los aviones antisubmarino también son capaces de atacar el objetivo bajo el agua. Los Il-38 y los Tu-142 llevan a bordo una amplia gama de armas: torpedos antisubmarinos AT-1 y AT-2, misiles APR-1, APR-2 y APR-3, bombas antisubmarinas, minas marinas, etc. El IL-38N actualizado está equipado con un nuevo sistema de navegación que mejora significativamente la precisión de las armas.
"De todas maneras, la tarea principal de los aviones antisubmarinos es detectar un objetivo e informar a los demás", explica Komoyédov.
El experto subraya que la mejor arma contra un submarino es otro submarino.
"EEUU lo entiende, por eso en el Atlántico Norte y el Pacífico tienen desplegado un Sistema de Vigilancia Sónica para detectar submarinos SOSUS [el acrónimo del inglés Sound Surveillance System]. Los estadounidenses pueden 'oír' a nuestro submarino sin salir de la oficina. Sin embargo, este método no es el más fiable. Por lo tanto, siguen acercándose a nuestras costas. Mientras lo hagan, nuestros aviones antisubmarinos no se quedarán sin trabajo", concluyó.
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