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jueves, 28 de diciembre de 2017

Estupefacción en Occidente: "¿Adónde fue a parar el submarino ruso?"



La guerra en Siria hizo una publicidad inmejorable de las armas rusas. Incluso el antiguo armamento soviético volvió a demostrar sus altas cualidades de combate y fiabilidad, por no hablar de las armas modernas. Mijaíl Jodariónok, autor de un artículo para el diario Gazeta.ru, asegura que "el Ejército ruso dejó estupefacto a Occidente".

Sin embargo, pese a los evidentes éxitos militares en Siria, Rusia necesita pasar a un nuevo modelo de producción y desarrollar sus propias y prometedoras tecnologías en un futuro cercano. El país debe convertirse en un centro intelectual y tecnológico de nivel mundial, asegura el periodista.

Según Jodariónok, el complejo militar e industrial del país podría impulsar cambios estructurales en la economía. Y la campaña siria es otra evidencia de su eficacia, añade.

durante la operación en Siria entre 2015 y 2017, las Fuerzas Armadas rusas probaron más de 200 modelos de armas y equipamiento militar. La mayoría de las arma confirmó sus capacidades tácticas y técnicas. Sin embargo, se tomó la decisión de parar 10 modelos que no pasaron la prueba de una batalla real.

Pese a ello, hay muchos más ejemplos positivos, destaca Jodariónok. En particular, el proyectil modernizado de alta precisión Krasnopol, de 152 mm, demostró su eficacia destruyendo los coches bomba de los yihadistas a una distancia de más de 15 km. Las bombas de aviación KAB-500 y KAB-1500 también neutralizaron objetivos yihadistas. Un operador de tanque ruso utilizó modernos medios de navegación y detección de objetivos en una batalla nocturna y destruyó seis tanques enemigos.



Durante el lanzamiento de los misiles Kalibr-PL en el mar Mediterráneo, los submarinos rusos estuvieron rodeados por barcos de la OTAN que seguían sus acciones. El Ministerio de Defensa ruso les había proporcionado las coordenadas de los lanzamientos con antelación.

Para lanzar los proyectiles, los sumergibles rusos subían primero a la superficie y luego se sumergían, tras lo cual los medios de observación de los barcos de la OTAN les perdían la pista casi de inmediato en las profundidades del Mediterráneo.

Solo se escuchaba: "¿Dónde está el buque ruso? ¿Adónde fue a parar? ¡Es un agujero negro!", recuerda el columnista.


Después de la guerra en Siria, la demanda de aviones, buques y vehículos blindados rusos, así como armas pequeñas y aparatos robóticos, se ha incrementado drásticamente. Actualmente, hay un auge de la demanda increíble para el Su-34.

Rusia ocupa tradicionalmente el segundo lugar en el mundo en las exportaciones de armas. Hoy en día, el mercado de armas y equipo militar se divide de la siguiente manera: EEUU ocupa el 33%; Rusia, el 23%; China, el 6,2%; Francia, el 6%; Alemania, el 5,6%; otros países, el 26,2%.

Los analistas pronostican que, para el 2020, la capacidad del mercado puede crecer hasta los 120.000 millones de dólares.

Los principales importadores de armas son actualmente la India, con el 13%; Arabia Saudí, que representa el 8,2%; Emiratos Árabes Unidos, el 4,6%; China, el 4,5%; Argelia, el 3,7%; y otros países, el 66%. Los principales compradores de armas rusas son los países de la región Asia-Pacífico, Oriente Medio y África del Norte. Los cinco principales clientes de Rusia son: Argelia (28%), la India (17%), China (11%), Egipto (9%) e Irak (6%).

Aproximadamente la mitad de los productos suministrados son aeronaves, y un cuarto son medios de defensa aérea.



Al mismo tiempo, el autor observa que hay un aumento de competencia por parte de China, la India, Corea del Sur, Brasil y Bielorrusia.


Para adelantar a sus competidores en el mercado mundial de armas y equipo militar, Rusia necesita poner el foco en las tecnologías de doble uso, es decir, aplicables tanto en el ámbito civil como en el militar. Esto permitiría optimizar en gran medida los costos de su desarrollo", sugiere el periodista.

Este tipo de tecnologías se aplican al campo nuclear, los ámbitos de la energía, la robótica y la inteligencia artificial, la aviación y las industrias espaciales, la construcción de motores, la ciencia de materiales, los sistemas de control automático y la biomedicina.

"De hecho, es un sector real de la economía que hunde sus raíces en las tecnologías de doble propósito del complejo militar e industrial ruso. Este camino de desarrollo de la industria nacional parece ser el más adecuado en la actualidad", concluye Jodariónok.

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