El USS Michael Monsoor, segundo buque de guerra estadounidense de clase Zumwalt, realizó su primera salida al mar a principios de diciembre. The National Interest analizó qué papel desempeñarían esos destructores furtivos en un posible enfrentamiento entre EEUU y Corea del Norte.
Es poco probable que el USS Michael Monsoor, que todavía se encuentra en fase de pruebas, y el USS Zumwalt —buque líder de la clase— estén listos para participar en una posible guerra en la península de Corea, apuntó Robert Farley, autor del artículo. Sin embargo, esos son considerados los "más grandes y más letales destructores en el arsenal de EEUU", así que es importante saber cuáles son sus reales capacidades contras las fuerzas norcoreanas, subrayó.
Durante la Guerra de Corea (1950-1953), la Marina de Guerra de EEUU utilizó sus cuatro acorazados de la Clase Iowa junto con varios cruceros pesados armados para bombardear las posiciones de Corea del Norte ubicadas a lo largo de la costa.
Pese a que las operaciones contra Corea del Norte fueron consideradas exitosas de manera general, no fueron decisivas, ya que los buques de clase Iowa no eran capaces de atacar las posiciones terrestres con suficiente profundidad como para interrumpir la logística militar norcoreana y china, detalló el columnista.
Sin embargo, el concepto de llevar a cabo ataques desde el agua contra posiciones terrestres siguió en los planes de los militares de EEUU, ya que generalmente el país norteamericano espera poder lograr el dominio por mar más fácilmente.
Tras el final de la Guerra del Golfo en 1991, los últimos acorazados de la Armada estadounidense fueron puestos fuera de servicio. Para suplir la falta de una embarcación capaz de proporcionar apoyo armado en operaciones anfibias y servir como plataforma para ataques de largo alcance contra objetivos en el litoral surgieron los buques de clase Zumwalt.
"La clase Zumwalt fue concebida en respuesta a esta necesidad, ya que la Armada necesitaba un buque de guerra de ataque terrestre que pudiera operar con mínimo apoyo para interrumpir y destruir las formaciones enemigas en avance", escribió Farley.
El autor detalló que las características principales de esas embarcaciones serían su diseño furtivo capaz de evitar ataques desde aviones e instalaciones de misiles costeras, una gran capacidad para misiles de crucero terrestres y el Advanced Gun System (AGS), un exclusivo sistema de artillería naval que teóricamente podría disparar proyectiles de 155 milímetros a una distancia de hasta 80 millas —cerca de 130 kilómetros— con precisión.
Sin embargo, el programa para la creación de un proyectil de ataque terrestre de largo alcance (LRLAP) fue cancelado debido a su alto coste. De esa manera, los Zumwalts pueden terminar apenas cumpliendo misiones antibuque, dependiendo de cómo la Marina de EEUU decida equipar esas embarcaciones.
Por otro lado, Farley consideró que dentro de un par de años los Zumwalts podrían ser equipados con la munición Excalibur, la cual tiene un alcance efectivo de aproximadamente 30 millas —unos 50 kilómetros—. Esto daría a los nuevos destructores una mayor profundidad de ataque que los antiguos Iowas. Además, las embarcaciones serían capaces de atacar los objetivos con diez rondas por minuto a partir de cada uno de sus dos cañones de 155 milímetros. Cada Zumwalt podría cargar más de 1.000 proyectiles.
Pese a que las operaciones contra Corea del Norte fueron consideradas exitosas de manera general, no fueron decisivas, ya que los buques de clase Iowa no eran capaces de atacar las posiciones terrestres con suficiente profundidad como para interrumpir la logística militar norcoreana y china, detalló el columnista.
Sin embargo, el concepto de llevar a cabo ataques desde el agua contra posiciones terrestres siguió en los planes de los militares de EEUU, ya que generalmente el país norteamericano espera poder lograr el dominio por mar más fácilmente.
Tras el final de la Guerra del Golfo en 1991, los últimos acorazados de la Armada estadounidense fueron puestos fuera de servicio. Para suplir la falta de una embarcación capaz de proporcionar apoyo armado en operaciones anfibias y servir como plataforma para ataques de largo alcance contra objetivos en el litoral surgieron los buques de clase Zumwalt.
"La clase Zumwalt fue concebida en respuesta a esta necesidad, ya que la Armada necesitaba un buque de guerra de ataque terrestre que pudiera operar con mínimo apoyo para interrumpir y destruir las formaciones enemigas en avance", escribió Farley.
El autor detalló que las características principales de esas embarcaciones serían su diseño furtivo capaz de evitar ataques desde aviones e instalaciones de misiles costeras, una gran capacidad para misiles de crucero terrestres y el Advanced Gun System (AGS), un exclusivo sistema de artillería naval que teóricamente podría disparar proyectiles de 155 milímetros a una distancia de hasta 80 millas —cerca de 130 kilómetros— con precisión.
Sin embargo, el programa para la creación de un proyectil de ataque terrestre de largo alcance (LRLAP) fue cancelado debido a su alto coste. De esa manera, los Zumwalts pueden terminar apenas cumpliendo misiones antibuque, dependiendo de cómo la Marina de EEUU decida equipar esas embarcaciones.
Por otro lado, Farley consideró que dentro de un par de años los Zumwalts podrían ser equipados con la munición Excalibur, la cual tiene un alcance efectivo de aproximadamente 30 millas —unos 50 kilómetros—. Esto daría a los nuevos destructores una mayor profundidad de ataque que los antiguos Iowas. Además, las embarcaciones serían capaces de atacar los objetivos con diez rondas por minuto a partir de cada uno de sus dos cañones de 155 milímetros. Cada Zumwalt podría cargar más de 1.000 proyectiles.
Esos buques de guerra también tienen un sistema de lanzamiento vertical (VLS) de 80 celdas, lo que les permite cargar misiles de crucero para atacar blancos de Corea del Norte. Pese a que la Marina de guerra de EEUU ya cuenta con amplias capacidades de ataque con misiles crucero, los Zumwalts podrían llevar a cabo dichos ataques de manera más furtiva, dando al enemigo poco tiempo para reaccionar.
El autor del texto consideró que no se sabe a ciencia cierta de qué manera Corea del Norte se defendería de los ataques llevados a cabo desde un Zumwalt, ya que las capacidades furtivas de la embarcación dificultarían el trabajo de los misiles norcoreanos.
Además, algunas de las celdas VLS de los Zumwalts indudablemente llevarían misiles de defensa puntal superficie-aire capaces de destruir misiles de crucero y aviones enemigos. Los destructores también usarían contramedidas electrónicas para evitar que los misiles norcoreanos pudiesen identificarlos de manera exitosa.
El autor consideró que, pese a que los Zumwalts serían difícilmente un blanco para la aviación norcoreana, las amenazas desde el agua podrían convertirse en un gran problema para los destructores estadounidenses, en especial los minisubmarinos.
Farley apuntó que Corea del Norte tiene una extensa flota de submarinos y Estados Unidos probablemente no podría destruirlos en los primeros días de un conflicto. Pese a que los sumergibles norcoreanos podrían tener dificultad en localizar a un Zumwalt, si logran hacerlo "sería difícil encontrarlos y destruirlos antes de que atacaran".
Además, Corea del Norte también podría instalar minas en las áreas que los Zumwalts probablemente patrullarían, lo que haría que fuera peligroso para los destructores operar con un amplio apoyo.
"Las embarcaciones pequeñas (…) podrían representar la mayor amenaza; podrían encontrar a los Zumwalts y atacar con una variedad de pequeñas municiones o con ellos mismos. Los destructores tienen cañones de 30mm que proporcionarían una defensa puntual contra grupos de pequeñas embarcaciones, pero de todas las maneras estarían bajo una amenaza considerable", detalló Farley.
El columnista consideró que los Zumwalts son embarcaciones muy grandes y muy caras, y no está claro si Estados Unidos estaría dispuesto a operarlos en situaciones potencialmente peligrosas.
El autor del texto consideró que no se sabe a ciencia cierta de qué manera Corea del Norte se defendería de los ataques llevados a cabo desde un Zumwalt, ya que las capacidades furtivas de la embarcación dificultarían el trabajo de los misiles norcoreanos.
Además, algunas de las celdas VLS de los Zumwalts indudablemente llevarían misiles de defensa puntal superficie-aire capaces de destruir misiles de crucero y aviones enemigos. Los destructores también usarían contramedidas electrónicas para evitar que los misiles norcoreanos pudiesen identificarlos de manera exitosa.
El autor consideró que, pese a que los Zumwalts serían difícilmente un blanco para la aviación norcoreana, las amenazas desde el agua podrían convertirse en un gran problema para los destructores estadounidenses, en especial los minisubmarinos.
Farley apuntó que Corea del Norte tiene una extensa flota de submarinos y Estados Unidos probablemente no podría destruirlos en los primeros días de un conflicto. Pese a que los sumergibles norcoreanos podrían tener dificultad en localizar a un Zumwalt, si logran hacerlo "sería difícil encontrarlos y destruirlos antes de que atacaran".
Además, Corea del Norte también podría instalar minas en las áreas que los Zumwalts probablemente patrullarían, lo que haría que fuera peligroso para los destructores operar con un amplio apoyo.
"Las embarcaciones pequeñas (…) podrían representar la mayor amenaza; podrían encontrar a los Zumwalts y atacar con una variedad de pequeñas municiones o con ellos mismos. Los destructores tienen cañones de 30mm que proporcionarían una defensa puntual contra grupos de pequeñas embarcaciones, pero de todas las maneras estarían bajo una amenaza considerable", detalló Farley.
El columnista consideró que los Zumwalts son embarcaciones muy grandes y muy caras, y no está claro si Estados Unidos estaría dispuesto a operarlos en situaciones potencialmente peligrosas.
Desplegar los Zumwalts en una fuerza operativa clásica, con escoltas antisubmarinas y antiaéreas, podría protegerlos de ataques, pero reduciría su efectividad operacional. Los submarinos nucleares de escolta permitirían a los Zumwalts mantener sus características furtivas, pero tales embarcaciones tendrían dificultades de navegar en las áreas más cercanas a la costa, justamente donde esos destructores se destacan.
Pese a que, en teoría, los nuevos buques de guerra de EEUU fueron diseñados para destruir un Ejército como el de Corea del Norte, aún está por verse si la Armada norteamericana posicionaría sus más costosos buques de guerra de superficie en situaciones de alto riesgo. De todas las maneras, los Zumwalts podrían contribuir con misiles de crucero y disparos de largo alcance contra Corea del Norte, concluyó Farley.
Pese a que, en teoría, los nuevos buques de guerra de EEUU fueron diseñados para destruir un Ejército como el de Corea del Norte, aún está por verse si la Armada norteamericana posicionaría sus más costosos buques de guerra de superficie en situaciones de alto riesgo. De todas las maneras, los Zumwalts podrían contribuir con misiles de crucero y disparos de largo alcance contra Corea del Norte, concluyó Farley.
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