Sin tripulantes, la nueva nave espacial del gigante asiático aterrizó sin problemas luego de gravitar en el espacio por tres días. Está "exitosa" misión de prueba impulsa a Beijing, que planea construir una estación espacial para 2022.
El nuevo bicho no pone pausa a los planes de China en otros frentes como el espacial. Su nueva joya, considerada más segura, más rápida y más resistente al calor, pasó su primera prueba luego de regresar a la tierra en una pieza, tras ser lanzada desde el 5 de mayo al espacio, según la Agencia China de Vuelos Espaciales Tripulados (CMS).
Su aterrizaje se produjo este 8 de mayo a la 1:49 p.m. hora local y fue amortiguada por tres paracaídas de colores rojo y blanco, según se observó en una foto publicada por el 'People's Daily', el periódico oficial del Partido Comunista Chino (PCC).
El nuevo bicho no pone pausa a los planes de China en otros frentes como el espacial. Su nueva joya, considerada más segura, más rápida y más resistente al calor, pasó su primera prueba luego de regresar a la tierra en una pieza, tras ser lanzada desde el 5 de mayo al espacio, según la Agencia China de Vuelos Espaciales Tripulados (CMS).
Su aterrizaje se produjo este 8 de mayo a la 1:49 p.m. hora local y fue amortiguada por tres paracaídas de colores rojo y blanco, según se observó en una foto publicada por el 'People's Daily', el periódico oficial del Partido Comunista Chino (PCC).
El regreso de esta nueva nave espacial reverdeció las ilusiones del país de lanzarse a la construcción de una gran estación espacial, luego de que una cápsula de carga experimental lanzada por el mismo cohete fallara al aterrizar el 6 de mayo en la tierra, tras ser víctima de una "anomalía", según el CMS.
Y por eso su importancia para el país, porque aunque su primer viaje lo hizo sin ningún tripulación a bordo, su propósito principal es transportar astronautas a la futura estación espacial china y hacer vuelos tripulados a la Luna.
¿Un nave más sofisticada que acerca a Beijing al espacio?
Esta nueva nave es considerada el artefacto más sólido, parcialmente reutilizable y con mayor capacidad para transportar astronautas, pues tiene lugar para seis en vez de tres, y allana el camino al Gobierno chino que proyecta dejar lista su estación espacial para 2022.
Con estas características se supone que puede llevar a cabo misiones más distantes en el espacio, viajes que requieren mayor velocidad y una mejor protección contra temperaturas extremas.
Un proyecto que encaja con las expectativas de la potencia, que lucha por adelantarse en la carrera por la exploración espacial. De ahí que China esté invirtiendo miles de millones de dólares en su programa.
Pero no es solo dinero. Ya ha puesto varios satélites en órbita, por cuenta propia o para otros países. Pero este es uno de los varios intentos que ha hecho por ganar terreno en este campo.
A principios de 2019, se convirtió en el primer país del mundo en aterrizar una sonda en el otro lado de la Luna, misión que al final fracasó. Este año propuso lanzar una sonda a Marte. Pero a largo plazo apunta a la Luna, ya que pretende enviar una misión tripulada al satélite natural en 10 años.
Con AFP
Y por eso su importancia para el país, porque aunque su primer viaje lo hizo sin ningún tripulación a bordo, su propósito principal es transportar astronautas a la futura estación espacial china y hacer vuelos tripulados a la Luna.
¿Un nave más sofisticada que acerca a Beijing al espacio?
Esta nueva nave es considerada el artefacto más sólido, parcialmente reutilizable y con mayor capacidad para transportar astronautas, pues tiene lugar para seis en vez de tres, y allana el camino al Gobierno chino que proyecta dejar lista su estación espacial para 2022.
Con estas características se supone que puede llevar a cabo misiones más distantes en el espacio, viajes que requieren mayor velocidad y una mejor protección contra temperaturas extremas.
Un proyecto que encaja con las expectativas de la potencia, que lucha por adelantarse en la carrera por la exploración espacial. De ahí que China esté invirtiendo miles de millones de dólares en su programa.
Pero no es solo dinero. Ya ha puesto varios satélites en órbita, por cuenta propia o para otros países. Pero este es uno de los varios intentos que ha hecho por ganar terreno en este campo.
A principios de 2019, se convirtió en el primer país del mundo en aterrizar una sonda en el otro lado de la Luna, misión que al final fracasó. Este año propuso lanzar una sonda a Marte. Pero a largo plazo apunta a la Luna, ya que pretende enviar una misión tripulada al satélite natural en 10 años.
Con AFP
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