China llegará a Marte en tan sólo 39 días gracias a nuevos motores espaciales iónicos

Así es, el gigante asiático está por inaugurar una nueva era en los viajes espaciales gracias a su nuevo motor de iones. Este nuevo motor chino alcanzaría una potencia mínima de 200 megavatios, pues de lo contrario el viaje sería imposible. Para comparar, lo máximo que se ha logrado hasta el momento es crear motores de iones con una potencia máxima de tan solo 30 kilovatios en laboratorios de la NASA; sin embargo, como lo repito, se ha logrado esa cifra, pero solo en laboratorio, contrario a lo que ha logrado la agencia espacial china, pues su actual estación espacial utiliza propulsores iónicos de 50 kilovatios para mantener la órbita terrestre.

La propulsión iónica consiste en el impulso de partículas cargadas eléctricamente a través de un campo electromagnético; estas partículas salen por la tobera del motor y este empuje es lo que impulsa a la nave espacial.

Una de las ventajas de esta tecnología es su bajo consumo de combustible, o en otras palabras, su alta eficiencia; no obstante, esta alta eficiencia tiene un precio, y el precio a pagar es la generación de altas temperaturas, así como de emisiones radiactivas; por lo tanto, hay que desarrollar nuevos materiales para lograr mantener a raya esta radiación, es decir, para que no entre en los compartimentos habitados de la nave; pero, además, también hay que desarrollar materiales que sean capaces de resistir estas altas temperaturas por periodos muy largos de tiempo. Estas técnicas son las que domina actualmente china y de ahí el por qué están preparados para la construcción de estos nuevos motores iónicos que harán posible un viaje a Marte en tan solo 39 días.

Pero esta tecnología, como lo mencioné en un video anterior, necesita un suministro constante de energía eléctrica para ionizar las partículas y para crear el campo electromagnético que las impulse y las dirija, y resulta claro que la energía solar resulta insuficiente para lograr este objetivo; por lo tanto, la única solución, por el momento, es la utilización de la energía nuclear. No olvidemos que tanto más nos alejemos del sol, tanto menos llegará radiación solar hasta nosotros; por lo mismo, a distancias tan alejadas como Marte, la energía solar se reduce drásticamente si la comparamos con la que nos llega hasta la tierra; pero, además, como lo mencioné, estos motores iónicos necesitan mucha energía eléctrica para funcionar correctamente, y las celdas solares (también llamadas fotovoltaicas) no la pueden proporcionar apropiadamente, así se tapizara toda la nave con ellas, y menos si consideramos que conforme se alejen del sol, menos energía eléctrica generarán, de tal manera que la única solución es la energía nuclear.

Así es, estas nuevas naves espaciales chinas propulsadas por motores iónicos utilizarán una planta de energía nuclear para suministrar toda la energía eléctrica que requieran los motores iónicos, así como de todas las demás necesidades de la nave. Así que, en realidad, son un hibrido de naves espáciales, por que utilizarán tanto propulsión iónica, como energía nuclear, para generar toda la energía eléctrica que utilizará la nave y sus motores en su viaje a Marte, Neptuno, y más allá.