"La creación de alianzas estratégicas de ese tipo provocan inevitablemente la reacción de todos los actores de la fórmula regional de la estabilidad. La respuesta dependerá de cada país", dijo el diplomático a Sputnik.
El 15 de septiembre, Estados Unidos, Reino Unido y Australia anunciaron el nuevo acuerdo militar AUKUS, que en la primera fase supone la construcción de ocho submarinos nucleares para el país oceánico.
El Tratado de No Proliferación Nuclear prohíbe a Estados Unidos, Reino Unido y las otras tres potencias nucleares transferir a cualquier nación, sea la que fuese, armas o dispositivos nucleares explosivos o el control sobre los mismos.
Las cláusulas del acuerdo prohíben también a los Estados poseedores de armas nucleares que ayuden a cualquier país no poseedor de armas nucleares (sea o no parte en el Tratado), en el caso dado a Australia, a fabricar o adquirir tales armas o dispositivos o a tener control de los mismos.
El embajador alertó que el despliegue de la infraestructura militar de las potencias nucleares en el territorio australiano conlleva riesgos para la seguridad regional.
"El AUKUS supone el emplazamiento de instalaciones de la infraestructura militar de los países nucleares en el territorio de un Estado no nuclear. Esto potencialmente podría llevar a la desestabilización de la seguridad internacional y regional", enfatizó.
Todavía, agregó, está por aclararse qué tipo de misiles planea Estados Unidos desplegar en Australia.
Mashkov señaló que Moscú también analizará las consecuencias del pacto AUKUS para tomar medidas apropiadas que garanticen su seguridad y sus intereses regionales.
Nueva Zelanda advirtió ya que no tolerará los submarinos nucleares de Australia en sus aguas territoriales.
Altos cargos de Moscú llamaron al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a supervisar el material nuclear que se encontraría en Australia en referencia al uranio enriquecido que usan los submarinos nucleares.
El Régimen de Control de Tecnología de Misiles
Además, Mashkov declaró que Rusia se manifiesta a favor de que al Régimen de Control de Tecnología de Misiles (RCTM) se unan los países que poseen el respectivo potencial, entre los que figura China, pero para admitir a un nuevo miembro se necesita la aceptación de todos los integrantes de esa agrupación, lo que todavía no se ha logrado.
"El problema de membresía es sensible al extremo y no puede debatirse en público. No estoy preparado para revelar las posiciones de los países miembros sobre la aceptación de uno u otro Estado, pero en cuanto a la posición de Rusia, somos partidarios de admitir en el RCTM a los países que poseen las respectivas tecnologías, entre los que figura China. Pero quiero recalcar la necesidad de contar con la aceptación de todos los miembros del RCTM para que se convierta en un miembro de pleno derecho, lo que todavía no se ha logrado", señaló.
La incorporación de China al RCTM podría ser el primer paso hacia futuros acuerdos multilaterales en la esfera de control sobre las armas, afirmó el diplomático.
"Pero los actores clave del RCTM de momento no muestran interés para avanzar en este sentido", agregó.
Mashkov al mismo tiempo subrayó que no existe vinculación directa entre la membresía en el RCTM y el formato multilateral de los futuros acuerdos relativos al control sobre las armas.
El RCTM es una asociación informal y voluntaria formada en 1987. Integrado por 34 países, el RCTM busca disminuir el riesgo de la propagación de las armas nucleares por medio del control de los suministros de los equipos y las tecnologías que permiten desarrollar sistemas no tripulados capaces de llevar cargas nucleares.
Rusia preside el RCTM en 2021 y 2022.
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