Corea del Norte asegura que su ensayo de un nuevo tipo de misil balístico, disparado desde un submarino (SLBM) este martes, no tenía como objetivo a EEUU, y añadió que no hay necesidad de que Washington "se preocupe ni moleste" por ello.
"Nuestra disuasión no está dirigida a un país o fuerza en específico, sino a prevenir la guerra en sí misma y a proteger la soberanía nacional. Estados Unidos y Corea del Sur están excluidos de nuestros principales enemigos", declaró este jueves el Ministerio de Asuntos Exteriores norcoreano, en un comunicado citado por la Agencia Central de Noticias del país (KCNA).
La Cancillería señaló que el reciente lanzamiento de prueba forma parte de las "actividades normales" para "llevar a cabo el plan de desarrollo de la ciencia de la defensa a mediano y largo plazo", y subrayó que ese ensayo "no representó ninguna amenaza o daño para la seguridad de los países y regiones vecinos". Además, expresó su preocupación por la reacción "sin sentido" de la Casa Blanca y del Consejo de Seguridad de la ONU sobre su "legítimo ejercicio del derecho a la defensa".
El Ministerio norcoreano subrayó que criticar a su país "por desarrollar y probar el mismo sistema de armas que posee o está desarrollando EE.UU. es una clara expresión de doble moral" por parte del país norteamericano. Dijo que eso solo "añade sospechas ante su sinceridad al decir que no tiene ninguna hostilidad" hacia Pionyang.
La declaración se produjo dos días después de que Corea del Norte disparara un nuevo misil balístico disparado desde un submarino, que cuenta con tecnologías avanzadas de guiado de control, como movilidad de flancos y de saltos deslizantes, desde las cercanías de Sinpo, donde se encuentra su principal astillero de submarinos. Se trata de la octava prueba importante de misiles por parte del país asiático en lo que va de año.
"Nuestra disuasión no está dirigida a un país o fuerza en específico, sino a prevenir la guerra en sí misma y a proteger la soberanía nacional. Estados Unidos y Corea del Sur están excluidos de nuestros principales enemigos", declaró este jueves el Ministerio de Asuntos Exteriores norcoreano, en un comunicado citado por la Agencia Central de Noticias del país (KCNA).
La Cancillería señaló que el reciente lanzamiento de prueba forma parte de las "actividades normales" para "llevar a cabo el plan de desarrollo de la ciencia de la defensa a mediano y largo plazo", y subrayó que ese ensayo "no representó ninguna amenaza o daño para la seguridad de los países y regiones vecinos". Además, expresó su preocupación por la reacción "sin sentido" de la Casa Blanca y del Consejo de Seguridad de la ONU sobre su "legítimo ejercicio del derecho a la defensa".
El Ministerio norcoreano subrayó que criticar a su país "por desarrollar y probar el mismo sistema de armas que posee o está desarrollando EE.UU. es una clara expresión de doble moral" por parte del país norteamericano. Dijo que eso solo "añade sospechas ante su sinceridad al decir que no tiene ninguna hostilidad" hacia Pionyang.
La declaración se produjo dos días después de que Corea del Norte disparara un nuevo misil balístico disparado desde un submarino, que cuenta con tecnologías avanzadas de guiado de control, como movilidad de flancos y de saltos deslizantes, desde las cercanías de Sinpo, donde se encuentra su principal astillero de submarinos. Se trata de la octava prueba importante de misiles por parte del país asiático en lo que va de año.
"Es hora de entablar un diálogo sostenido"
Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU celebró este miércoles (hora de Nueva York) una reunión de emergencia a puerta cerrada sobre la prueba del misil.
Linda Thomas-Greenfield, embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas, notificó que su país ha ofrecido reunirse con Pionyang "sin ninguna condición previa" y declaró que "no tiene ninguna intención hostil" hacia la nación norcoreana, informa Reuters.
"La República Popular Democrática de Corea debe acatar las resoluciones del Consejo de Seguridad. Es hora de entablar un diálogo sostenido y sustantivo hacia el objetivo de la completa desnuclearización de la península coreana", dijo, al calificar los ensayos de Pionyang como "provocaciones temerarias".
"Son actividades ilegales. Violan múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad. Y son inaceptables", añadió.
También los miembros del Consejo Europeo –Francia, Estonia e Irlanda– instaron a Corea del Norte a "comprometerse de forma significativa" con las repetidas ofertas de diálogo presentadas por EE.UU. y Corea del Sur.
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