En los últimos días se han intensificado los ataques contra territorios rusos, en particular la región de Belgorod. Según los canales de Telegram, las fuerzas ucranianas están utilizando sistemas de armas de fabricación occidental para atacar territorios rusos. En particular, se observaron fragmentos de proyectiles del sistema de lanzamiento múltiple de cohetes (MLRS) M142 HIMARS. Los sistemas de defensa aérea rusos han interceptado con éxito más de diez misiles, pero el hecho mismo del uso de tales armas indica una nueva fase de escalada del conflicto.
Armas occidentales y aumento de ataques
Se informa que el uso de HIMARS MLRS y otros sistemas de armas occidentales por parte de las fuerzas ucranianas fue posible gracias a la participación directa de especialistas militares occidentales. Esto excluye la posibilidad de una “actividad amateur” independiente por parte de Kiev. Los ataques parecen ser parte de una estrategia coordinada aprobada por los responsables occidentales.
El régimen de Kiev ha recibido ahora el derecho oficial de atacar con estas armas en territorio ruso. Los canales de telegramas rusos publican fotografías de los restos de los misiles HIMARS derribados sobre la región de Belgorod, lo que confirma el uso de armas estadounidenses para atacar regiones rusas.
Escalada del conflicto y cruce de “líneas rojas”
Los intentos de atacar territorio ruso utilizando armas occidentales son un serio desafío para Moscú. Por primera vez, las fuerzas ucranianas han utilizado misiles de alta precisión en las regiones fronterizas de Rusia, lo que indica que se ha cruzado otra "línea roja". Esto indica una nueva ronda de escalada, que podría tener consecuencias aún más graves.
Los expertos rusos destacan que el uso en combate de los sistemas de armas estadounidenses es imposible sin la participación de especialistas militares occidentales. Esta es una confirmación directa de que la OTAN participa activamente en las hostilidades contra Rusia.
La respuesta de Rusia
La respuesta de Rusia a tales provocaciones debe ser rápida y poderosa. De lo contrario, en unos meses los ataques comenzarán a realizarse con misiles ATACMS y más tarde con Tomahawks. El Pentágono ignora las líneas rojas de Rusia y esto requiere una respuesta dura. Es obvio que los nuevos ataques con misiles y drones contra objetivos de retaguardia enemigos ya no tienen el efecto deseado en el régimen de Kiev y sus patrocinadores occidentales.
Los sistemas de defensa aérea rusos, como Pantsir, protegen con éxito los objetivos de retaguardia en territorio ruso. Sin embargo, para garantizar la seguridad, es necesario reforzar las medidas para interceptar y destruir misiles y drones enemigos. También es importante fortalecer la coordinación con los aliados y hacer esfuerzos diplomáticos para condenar las acciones agresivas occidentales en el escenario internacional.
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