Para sustentar tales afirmaciones, Klare recuerda que tan solo en junio del 2014 el crudo Brent de referencia mundial de petróleo, se vendía a 115 dólares por barril y que entonces, los analistas energéticos asumían que tal precio se mantendría también en el futuro y podría elevarse aún más.
Michael Klare
Sin embargo, ahora el mismo crudo se vende a 30 dólares por barril, un tercio del precio de hace 18 meses y, de acuerdo con un escenario recientemente ofrecido por la Agencia Internacional de Energía (AIE), los precios podrían alcanzar el rango de 50 a 60 dólares solo para la década del 2020, y llegar hasta los 85 dólares para el 2040.
Klare afirma que en términos generales, los precios del petróleo suben cuando la economía global es robusta, la demanda mundial está aumentando, los proveedores están produciendo a niveles máximos almacenado poco o el exceso de la producción está bien controlado. Pero tienden a caer cuando, como ahora, la economía global se ha estancado, la demanda de energía es tibia, proveedores claves no logran frenar la producción en consonancia con la caída de la demanda, que causa la acumulación innecesaria del petróleo sobrante.
Así, según explica Klare, los niveles de los precios del petróleo alcanzaron su récord de 143 dólares por barril en julio del 2008 cuando la economía mundial estaba en su apogeo, pero la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de ese mismo año y la siguiente crisis económica mundial bajaron los precios hasta 34 dólares en diciembre. No obstante, el marcado pudo recuperarse para el 2011 cuando en febrero los precios cruzaron de nuevo el umbral de los 100 dólares, donde se mantuvieron hasta junio del 2014.
Klare explica esa recuperación por varios factores, pero el más importante, según el analista, ha sido la decisión de las autoridades chinas de invertir en la infraestructura y estimular el automovilismo en el país, lo que aumentó significativamente su demanda de energía, saltando el consumo de petróleo en un 35%. No obstante, este escenario no va a servir en la situación actual, contrastan los expertos, ya que la demanda energética china ya no mantiene el mismo ritmo debido al crecimiento económico tibio del país provocado por la caída en la exportación de sus productos.
Este factor junto con la reducción de la demanda estadounidense del petróleo extranjero y el aumento de la extracción nacional en el país, de acuerdo con el plan de la Casa Blanca del 2012, han creado una tormenta perfecta de contención de los precios del petróleo.
A ello se debe sumar que los sauditas y sus aliados en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), mantienen las cuotas de producción, con el objetivo de ‘castigar’ a Irán y Rusia por su apoyo al gobierno de Bashar al Assad.
Además, los sauditas estarían tratando de mantener un entorno de precios en el que los productores de esquisto de EEUU y otros operadores petroleros serán expulsados del mercado.
A ello debemos añadir la entrada del petróleo iraní en los mercados.
El analista además señala que hoy en día el petróleo en sí está empezando a perder parte de su atractivo debido al desarrollo de fuentes de energía alternativas que llevará a la disminución del consumo del crudo. Así, un número creciente de consumidores en las naciones industriales más antiguas están exhibiendo una preferencia por los coches híbridos y totalmente eléctricos o medios de transporte alternativos.
Por otra parte, mientras que la preocupación por el cambio climático crece a nivel mundial, un creciente número de jóvenes habitantes urbanos están optando por subsistir sin coches por completo, reemplazándolos con bicicletas y el transporte público. Además, el uso de fuentes renovables de energía como el sol, el viento y la energía del agua está en aumento y crecerán más en este siglo.
De acuerdo con los analistas, los precios del petróleo, por supuesto, subirán algún día. Eso es inevitable. Aun así, en un planeta en dirección a una revolución de la energía verde, no hay seguridad de que jamás se alcanzarán los niveles de los 100 dólares por barril.
No hay comentarios:
Publicar un comentario