El Nuevo Partido Panteras Negras asegura que sus miembros portarán armas en las próximas protestas como la prevista por la reunión de republicanos en Ohio.
El Nuevo Partido Panteras Negras (NBPP, por sus siglas en inglés), un movimiento del llamado Poder Negro, anunció que pretenden manifestarse armados en las afuera de las instalaciones donde tendrá lugar la Convención Nacional Republicana en el centro de Cleveland (estado de Ohio), siempre cuando las leyes de este estado norteño lo permita.
Bajo la ley del estado de Ohio, los manifestantes que tengan un permiso de armas pueden congregarse en centro de la ciudad durante la convención, siempre cuando estos porten sus armas enfundadas o en sus hombros, pero irónicamente está prohibido llevar pistolas de agua.
Si la ley estatal lo permite, ejerceremos nuestros derechos establecidos por la segunda enmienda porque hay otros grupos amenazando con estar allí y que están amenazando con hacernos daño", dijo el presidente del Nuevo Partido Pantera Negro, Hashim Nzinga.
La convención republicana, a celebrarse entre el 18 y el 21 de julio, es el lugar donde se proclamará oficialmente al candidato de este partido en las elecciones presidenciales. Muchos seguidores del precandidato Donald Trump han asegurado que asistirán al evento con sus armas enfundadas.
No obstante, las autoridades de Ohio, ante la posibilidad de que diferentes grupos se enfrenten y creen situaciones de peligro, han cercado un pequeño perímetro de seguridad en torno a las inmediaciones de la Quicken Loans Arena, donde se celebra la convención. Dentro del cerco, sólo se permitirá a la policía y el servicio secreto portar armas.
El presidente de la Asociación de Patrulleros Cleveland, Stephen Loomis, ha instado a los asistentes al evento, que dejen sus armas en casa.
La represión policial contra ciudadanos afroamericanos se ha intensificado recientemente tras la muerte de Alton Sterling y Philando Castile, lo que ha levantado protestas en todo el país en señal de rechazo a estos actos violentos.
El pasado jueves, en un contexto de creciente tensión racial, cinco agentes policiales blancos fueron asesinados por al menos un francotirador durante una protesta contra la brutalidad policial en la capital del estado de Texas, Dallas (sur).
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