La iniciativa, liderada por el excandidato presidencial de Estados Unidos, el senador Bernie Sanders, y por la representante Ilhan Omar, demócrata de Minnesota, surge en medio del creciente temor de que los países en desarrollo y las economías emergentes se vean devastados por la pandemia.
Otros firmantes incluyen al exlíder laborista británico Jeremy Corbyn y al legislador argentino Carlos Menem, quien promulgó medidas de austeridad cuando se desempeñó como presidente en los años ochenta y noventa.
El virus ha infectado a más de 4,2 millones de personas en todo el mundo y provocado la muerte de 287.349, según un recuento de Reuters.
Además, los cierres para contener su avance están afectando enormemente a la economía mundial, y especialmente a los países pobres con sistemas de salud débiles, altos niveles de deuda y pocos recursos para gestionar la crisis dual de salud y económica.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, dijo el martes que era "muy probable" que el Fondo revisara a la baja su pronóstico de que la producción mundial caerá en un 3% en 2020, y afirmó que los países en desarrollo necesitarían más de 2,5 billones de dólares en financiamiento para capear la tormenta.
Sanders declaró que las naciones pobres necesitaban cada centavo para cuidar a su gente, en lugar de pagar las "deudas insostenibles" que deben a las grandes instituciones financieras internacionales.
Cancelar la deuda de los países más pobres era "lo menos que el Banco Mundial, el FMI y otras instituciones financieras internacionales deberían hacer para evitar un aumento inimaginable de la pobreza, el hambre y las enfermedades que amenazan a cientos de millones de personas". (Reporte de Andrea Shalal; Editado en español por Janisse Huambachano)
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