"Nadie dirá hoy cómo va a repercutir el hecho en la perspectiva de intercambios. Es un proceso que debe desarrollarse en silencio absoluto", dijo Peskov a los periodistas.
A la pregunta de si habrá una pausa en los canjes de prisioneros de guerra entre Rusia y Ucrania, el representante del Kremlin reiteró que "es imposible decir nada" de momento.
"Que los ucranianos hayan asesinado a sus propios ciudadanos, prisioneros que en cuestión de un día iban a volver a sus casas, es desde luego un acto monstruso", apostilló.
El 24 de enero, el Ministerio de Defensa de Rusia informó que la aeronave, con 65 prisioneros ucranianos a bordo transportados para un intercambio, se estrelló sobre la región rusa de Bélgorod. Además de los prisioneros ucranianos, a bordo estaban seis miembros de la tripulación y tres acompañantes. La catástrofe no dejó sobrevivientes.
El enviado especial de la Cancillería rusa sobre los crímenes del régimen de Kiev, Rodión Miroshnik, responsabilizó a las autoridades ucranianas por el derribo del avión.
La autoridad castrense rusa más tarde también acusó a Kiev de estar detrás del siniestro, al agregar que los radares rusos detectaron el lanzamiento de dos misiles ucranianos desde la provincia de Járkov.
El Estado Mayor General de Ucrania, en una declaración emitida el 24 de enero, dijo que el Ejército ucraniano seguirá atacando los medios de transporte rusos que llevan misiles a las zonas fronterizas, pero no hizo mención alguna de la catástrofe del IL-76.
Por su parte, el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, se pronunció por una investigación internacional para esclarecer las circunstancias del siniestro.
"Si se refiere a una investigación internacional de las acciones criminales del régimen de Kiev, sí que claramente hace falta", comentó al respecto el portavoz de la Presidencia rusa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario