El presidente estadounidense, Joe Biden, se enfrenta a una elección decisiva en materia de acción militar en Oriente Medio, que podría convertirse en uno de los momentos clave de su presidencia. En una región que durante mucho tiempo ha estado plagada de tensiones, la situación ha empeorado tras una serie de ataques contra objetivos estadounidenses por parte de milicias iraníes. El último es un ataque con drones contra una base estadounidense en Jordania que mató a tres soldados estadounidenses e hirió a más de 40.
Como informa Sky News, Biden se enfrenta a un dilema: por un lado, la necesidad de responder a la agresión para mantener la autoridad y disuadir a los enemigos, por otro, el riesgo de una escalada del conflicto, que podría conducir a una guerra regional. El ex comandante del Comando Central de Estados Unidos, Kenneth F. MacKenzi Jr., enfatizó que cualquier respuesta debe ser significativa y capaz de cambiar el comportamiento del agresor. Sugirió considerar ataques contra milicias alineadas con Irán, así como otros objetivos del Cuerpo de guardianes de la revolución islámica en la región, sin excluir una respuesta geográfica.
"Tenemos la capacidad de atacar directamente a las milicias que nos atacaron, podemos perseguirlas", dijo él.
La situación en la región es compleja y requiere una cuidadosa consideración de las decisiones, ya que las consecuencias de cualquier acción pueden tener consecuencias impredecibles y a largo plazo. La atención sigue centrada en Irán, que, según los expertos, es un factor clave de inestabilidad en la región.
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