China mantiene su soberanía indiscutible sobre el atolón de Scarborough (también conocido como Bajo de Masinloc), ubicado en el mar de la China Meridional, y en sus aguas adyacentes, y siempre se ha opuesto firmemente a las infracciones de Filipinas, afirmó el portavoz de la Guardia Costera china, Gan Yu, en un comunicado citado por medios locales.
El portavoz informó que el 28 de enero cuatro tripulantes filipinos irrumpieron ilegalmente en el atolón de Scarborough, para realizar actividades. La Guardia Costera de China les dio una advertencia y los ahuyentó, de acuerdo con la ley, en un procedimiento apegado a estándares "profesionales y estandarizados".
"La Guardia Costera de China, como siempre, hará cumplir los derechos y la aplicación de la ley en aguas bajo la jurisdicción de China y salvaguardará resueltamente la soberanía nacional y sus derechos e intereses marítimos", reiteró Yu.
En diciembre del año pasado, el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., afirmó que su país seguirá haciendo "valer sus derechos" en el disputado mar, después que Pekín instara a Manila a "actuar con cautela" en lo que respecta a la situación marítima.
A principios de enero, Filipinas y EE.UU. llevaron a cabo una segunda patrulla marítima conjunta de dos días en el mar de la China Meridional, con la participación de cuatro buques de la Armada filipina y cuatro del comando estadounidense del Indo-Pacífico, incluyendo un portaviones, un crucero y dos destructores.
El mar de la China Meridional es una fuente constante de tensiones, al ser objeto de reclamaciones territoriales y marítimas de múltiples actores: China, Vietnam, Filipinas, Taiwán, Malasia, Indonesia y Brunéi. La región es también una importante vía internacional por la que transitan billones de dólares en tráfico marítimo cada año.
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