"Se trata de otra atrocidad de la junta criminal de Zelenski, que, inmediatamente después del accidente aéreo, declaró la 'victoria' de forma odiosa, atribuyendo su autoría a las 'valerosas fuerzas ucranianas'", comentaron desde la Cancillería rusa.
Pero, agregaron desde el ministerio, en cuanto se conoció la presencia de militares ucranianos a bordo, que se dirigían al lugar del canje, la retórica de la Administración presidencial ucraniana cambió.
"Empezaron a negar su implicación en la catástrofe", declararon desde la Cancillería rusa.
Desde el Ministerio de Exteriores de Rusia subrayaron que las autoridades de Ucrania sabían la ruta del traslado de prisioneros ucranianos para el canje e indicaron que el ataque al avión "fue una acción deliberada", tales acciones muestran claramente la incompetencia del "régimen de Kiev" de negociar.
Además, recordaron que no es la primera vez que Kiev masacra brutalmente a sus propios militares prisioneros. El 29 de julio de 2022, fuerzas ucranianas bombardearon el centro penitenciario de Elénovka, al suroeste de Donetsk, donde estaban recluidos prisioneros de guerra ucranianos del batallón nacionalista Azov (prohibido en Rusia). Murieron más de 50 personas y más de 70 resultaron heridas.
"Es evidente que el régimen criminal de Zelenski, alimentado por los EEUU y sus socios de la OTAN, supone una gran amenaza no solo para Rusia, sino también para la propia Ucrania, sus ciudadanos y el mundo entero", aseguraron desde el ente.
Asimismo, el comunicado indicó que las estructuras internacionales deben condenar el atentado terrorista y su silencio significará un apoyo a su barbarie y a sus hábitos terroristas.
El 24 de enero, el avión de transporte militar ruso Il-76 se estrelló en la provincia de Bélgorod. A bordo se encontraban seis tripulantes, 65 soldados ucranianos y tres soldados rusos que los acompañaban. El accidente no dejó supervivientes.
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