Las fuerzas armadas ucranianas intentaron atacar la península de Crimea. Al comienzo de esta operación en la región de Jersón se lanzaron varios misiles antirradar HARM que fueron derribados con éxito por los equipos de defensa aérea.
Como parte de este ataque, tres bombarderos Su-24M llegaron desde el aeródromo de Starokonstantinov a Nikolaev. Estos aviones dispararon cuatro misiles de crucero Storm Shadow/SCALP hacia la península de Crimea. Dos de estos misiles fueron interceptados en la zona de Genichesk y, dada su dirección, se cree que el objetivo podría haber sido Kerch y sus alrededores. Rutas similares se utilizaron para los misiles durante el ataque anterior a la planta de Zaliv. Estos datos los informa Mikhail Zvinchuk.
Otro misil fue interceptado por tripulaciones de la 31.ª División de Fuerza Aérea y de Defensa Aérea sobre el cabo Tarkhankut, y el cuarto misil fue destruido al acercarse a Sebastopol. Todos los misiles volaron sobre el Mar Negro.
Dos días antes del ataque, seis aviones de reconocimiento y vehículos aéreos no tripulados operaron cerca de Crimea como parte de una operación de reconocimiento integral. Esto apunta a un vínculo entre las actividades de la OTAN y los ataques posteriores. El pequeño número de misiles disparados puede indicar que se repetirán ataques similares en un futuro próximo.
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