Así es, en recientes días el presidente ruso, así como su homólogo bielorruso, Alexander Lukashenko, han advertido a Polonia y a toda la OTAN que su paciencia se está acabando y que dejarán claro a los polacos de quienes realmente recibieron sus tierras al oeste del país.
No olvidemos que al término de la segunda guerra mundial Polonia se quedó con una parte del territorio que por entonces pertenecía a Alemania; y tampoco olvidemos que fueron precisamente los soviéticos, con la Federación rusa a la cabeza, los que en realidad liberaron a toda Europa de las garras del nazismo y, asimismo, los que permitieron que los polacos se quedaran con una parte del territorio alemán. Así es, los territorios occidentales de la actual Polonia son el regalo del exlíder soviético Stalin a los polacos.
Por otro lado, el presidente ruso ha advertido que el gobierno de Varsovia prepara una incursión militar al norte de ucrania para anexarse parte del territorio, situación que Moscú rechaza categóricamente, pues esos territorios pertenecen a las repúblicas rusas del Donbás, repúblicas recientemente incorporadas a la federación rusa, así como a la región ucraniana de Járkov, región que está dentro de los planes del gobierno ruso para ocupar próximamente con el objetivo de crear una zona de seguridad que impida los ataques ucranianos contra el territorio ruso; y región que probablemente se incorpore eventualmente como una república más de la federación rusa.
Asimismo, el presidente bielorruso Lukashenko ha advertido a Polonia que los combatientes de la compañía militar privada Wagner han puesto su mirada en el territorio polaco, de tal forma que se quieren ir de "excusión" a Varsovia, refiriéndose claramente con ello a una ocupación militar permanente.
Esta situación se da en respuesta al constante apoyo del gobierno polaco al gobierno de Kiev en su guerra con Rusia, apoyo que consiste en el envío de miles de armas, cientos de vehículos blindados de combate, decenas de aviones de combate MiG-29 y Su-25, helicópteros artillados de diferente tipo, así como miles de mercenarios, además de una ayuda financiera considerable.
Asimismo, Varsovia apoya a ucrania mediante el suministro de datos de inteligencia; información que ayuda a las tropas ucranianas a ubicar las posiciones del ejército ruso, así como de sus arsenales y depósitos de combustibles.
En fin, que el país que ayuda de manera más extendida a ucrania es precisamente Polonia; claro que esta ayuda no es gratuita, y de algún modo la tendrá que pagar Kiev; de tal forma que ya se hacen planes en Polonia para la ocupación militar, y posterior anexión, del territorio ucraniano al este y norte del país; y es precisamente a esa situación a la que se refiere Vladimir Putin cuando habla de una posible incursión a ucrania de tropas polacas, incursión militar que sin duda chocará con la presencia rusa en el este y norte de Ucrania.
Y tampoco olvidemos que uno de los países que promueve con más insistencia la rusofobia en Europa es precisamente Polonia, país que exige a EEUU la presencia de tropas norteamericanas en suelo polaco, así como el despliegue de armas nucleares estadounidenses.
Todos estos hechos son los que han motivado las recientes declaraciones tanto del presidente bielorruso, como de Vladimir Putin. Sin embargo, cabe preguntarse: ¿qué tan probable es un enfrentamiento militar entre Polonia y la federación rusa?
Pues yo diría que muy probable; y se comprende que un enfrentamiento de este tipo llevaría a una guerra generalizada en toda Europa, y de ahí a una guerra mundial.
Desgraciadamente a ese escenario es hacia donde nos empujan las élites anglosajonas; porque uno de los principales promotores del conflicto en ucrania, o más, bien, de la continuación de éste, es precisamente el Reino Unido, así como EEUU; países anglosajones que promueven activamente entre sus aliados, y sus lacayos (que para el caso es lo mismo), el envío de armas y soldados a Ucrania; promoción que cada vez incluye armas más potentes y de más largo alcance; armas que son utilizadas para atacar el territorio ruso, como es el reciente caso de ataques con drones contra la capital rusa, Moscú, así como contra la península de Crimea.
Entre el envío de estas armas más potentes y de mayor alcance tenemos a los misiles de crucero británicos Storm Shadow”, a los franceses SCALP (una versión francesa del Storm Shadow), así como de los estadounidenses NASAMS.
Además de estos misiles, Occidente también está enviando algunos de sus vehículos de combate más modernos, como es el caso de los Leopard 2 alemanes, los Challenger 2 británicos, los Leclerc franceses y los Bradley estadounidenses.
Sin embargo, los recientes ataques contra la capital rusa, así como contra objetivos militares en la península de Crimea, se han realizado mediante el uso de drones aéreos y de drones marinos de largo alcance. Se entiende que ucrania no tiene la tecnología, ni las instalaciones necesarias, para fabricar este tipo de drones; de tal modo que esa tecnología y esos drones los recibe del exterior, entendiéndose que provienen de algunos países occidentales. Drones que, si bien no llegan armados a ucrania, si llegan en partes y ya después los ucranianos son los encargados de ensamblarlos en el país.
Eso mismo sucede con el sistema de misiles tácticos de fabricación ucraniana, el Grom 2; misiles que tienen un alcance superior a los 500km. .No obstante, para que ucrania pudiera terminar de armarlos recibió ayuda occidental, además de tecnología y componentes extranjeros.
Estos misiles Grom 2 ya se han utilizado para atacar el territorio ruso, así como la península de Crimea.
De tal modo que ya algunas voces en EEUU piden bombardear los buques de guerra rusos en el mar negro para de esa manera permitir la navegación de buques mercantes y que de esa forma tenga salida el grano y demás productos agroindustriales de ucrania hacia los países pobres de África; porque recordemos que Rusia se salió del acuerdo de los granos y comenzó el bombardeo del puerto ucraniano de Odessa, impidiendo con ello la salida de las mercancías ucranianas, incluyendo el grano, a través del mismo puerto. No obstante, con acuerdo, o sin acuerdo, el grano de ucrania no iba hacia los países pobres de África, sino que la mayor parte terminaba en los países ricos, principalmente europeos, ya sea a través del mismo puerto de Odessa, o a través de las vías férreas que salen de ucrania y que llegan a Europa.
Este mismo puerto de Odessa, así como las vías férreas que llegan hasta Europa, eran utilizadas por los países occidentales para suministrar a Ucrania tanto armas, como mercenarios; de tal forma que el acuerdo de granos solo era una excusa para permitir este envío de equipo militar y de mercenarios occidentales a ucrania. Razón por la cual rusia decidió salirse del acuerdo y proceder a destruir el puerto de Odessa y sus bodegas, bodegas que escondían armas occidentales, así como las vías férreas que conducen desde y, hacia, Europa.
De este modo se comprende que a occidente se le hace tarde para iniciar una tercera guerra mundial, de tal modo que los "cerebros" de la corporación RAND (un Think Thank estadounidense), esos mismos que diseñaron la guerra de Ucrania y la voladura del gasoducto Nord Stream 2, ahora piden atacar a los buques de guerra rusos en el mar negro para de esa manera permitir la salida del grano ucraniano hacia los países pobres del mundo, principalmente hacia África; cuando la realidad eso es lo que menos les interesa, pues ya se demostró que ese grano no iba a parar a los países pobres de África, sino que más bien iba a parar a los países ricos de Europa.
Es por eso que el gobierno ruso ha declarado que ellos surtirán al mundo, y especialmente a los países pobres, con granos y demás productos agroindustriales; en el caso de los países pobres, se les proporcionará de manera totalmente gratuita, solo tendrían que pagar el transporte, derrumbando con ello la mentira de occidente y destruyendo sus planes de extender la guerra de Ucrania.
Pero volviendo a la pregunta inicial: ¿Qué tan probable es un enfrentamiento militar entre Polonia y la federación rusa?
Aparentemente es muy alta la probabilidad de que esto realmente suceda, porque occidente, y especialmente Inglaterra, no se cansan de promover el conflicto y de hacer intentos por extenderlo a otros países; de tal modo que los británicos son los ideólogos, y los estadounidense son los ejecutores.
Pero una guerra extendida sin duda traería más daños y más muertes; de tal forma que los occidentales buscan de todas las maneras posibles desencadenar una respuesta nuclear rusa, por que no se entiende de otro modo este suministro de armas de largo alcance a las fuerzas armadas ucranianas; armas que son utilizadas no solo para tacar el territorio ruso, como lo ha sido la región de Belgorod, sino también para atacar a la misma capital rusa, Moscú.
Esta escalada del conflicto sin duda puede terminar en una respuesta nuclear por parte de Rusia, no con armas nucleares estratégicas, pero si con armas nucleares tácticas; además de que la incorporación de Polonia al conflicto puede también llevar a una guerra directa y abierta entre la OTAN y Rusia, lo que extendería la guerra todo el resto del planeta, con especial énfasis en Europa.
Así, tenemos que tanto polacos, como bielorrusos y rusos, se acusan mutuamente, a tal grado que Varsovia dice que hay miles de efectivos de Wagner cerca de la frontera polaca, lo que ha motivado el despliegue de un importante contingente militar polaco a la frontera con Bielorrusia; además de que no debemos de olvidar las recientes declaraciones tanto de Alexander Lukashenko, como del mismo Vladimir Putin, en el sentido de que los wagnerianos quieren llegar hasta la capital polaca para impedir el apoyo militar a ucrania. Y no olvidemos que a raíz de la intentona de rebelión militar protagonizada por los combatientes de Wagner, estos fueron enviados a Bielorrusia, así como su mismo líder también fue enviado allí, lo que desencadenó rumores en occidente de que en realidad todo se trató de una escenificación, escenificación que tenía por objetivo no despertar sospechas en occidente respecto al traslado de la empresa militar privada Wagner a Bielorrusia; y tampoco olvidemos que el presidente bielorruso declaró recientemente que los wagnerianos defenderían Bielorrusia de los países hostiles, en especial, de los polacos.
Todo esto nos sugiere que, efectivamente, Polonia podría entrar a la guerra, y entrando Polonia, entraría toda la OTAN, lo que terminaría probablemente en una guerra nuclear de consecuencias imprevistas y devastadoras.