"suicidios racionales", rápidos y sin dolor, es lo que promete el inventor
Para la élite ya somos muchos y por lo tanto nos ofrecen la opción de morir rápidamente y sin dolor para así no ser testigos del futuro que le espera a la humanidad.
Esta máquina parece sacada de una famosa película, basada en una novela de los años 70 llamada "cuando el futuro nos alcance", novela que hablaba del futuro apocalíptico que le espera a la humanidad debido a la sobre-población del planeta, a la escasez de alimentos y recursos naturales. Entonces el gobierno ofrecía a sus ciudadanos la opción de morir de una manera rápida y sin dolor mientras se observaba una película y se disfrutaba de una ultima comida al gusto del "paciente".
Las personas así fallecidas servían para fabricar con sus cuerpos alimento para los demás humanos, alimento que se ofrecía en forma de unas galletas verdes llamadas Soylent Green.
Pues aquí estamos ante una chistosa ocurrencia de alguien que ofrece su invento para asistir a los que deseen morir pero sin dolor y de forma rápida; sin duda la élite está detrás de este invento y este inventor.
¿Recuerdan las piedras guía de Georgia?; pues ahí se nos dice que los planes son eliminar al 95% de la población humana mundial y solo dejar 500 millones de sobrevivientes en todo el planeta; pues aquí tenemos que nos ofrecen la opción de morir "dignamente" y no ser testigos de ese futuro que han trazado para la humanidad.
Ya lo ha declarado el príncipe William: "Somos muchos y el mundo no da para tantos; hay que hacer algo". No olvidemos que este príncipe es el sucesor al trono de Inglaterra; es decir, es parte de la élite que desea la aniquilación de millones de seres humanos para ellos tener un mundo más amplio para su uso personal; y los que queden, según sus planes, serán sus esclavos.
El médico australiano Philip Nitschke —a quien los medios han bautizado como el 'Elon Musk del suicidio asistido'— ha dado a conocer un invento controvertido: un dispositivo que brinda asistencia a las personas que quieran acabar con su vida en "suicidios racionales". El aparato lo hace de modo sencillo, eficaz y sin dolor.
Según reseña Fox News, el aparato se llama Sarco y es una cámara para dormir de diseño que se asemeja a un vehículo futurista.
Para mayor facilidad, el dispositivo "fue diseñado para poder ser impreso en 3D y ensamblado en cualquier lugar", según un comunicado de prensa. Además, cualquier usuario que pase un cuestionario mental —que está disponible en línea— puede imprimir y usar el aparato ya que sus planos "serán gratuitos y de código abierto y estarán subidos en Internet".
Sarco consta de una cámara transparente concebida para que las personas se sientan cómodas en su interior. Una vez se meta en la misma, el suicida ha de presionar un botón para que que el dispositivo comience a "llenarse de nitrógeno líquido y se reduzca el nivel de oxígeno a aproximadamente un 5%". También hay un 'botón del pánico' por si algún usuario cambia de opinión en el último momento.
Transcurridos unos minutos, el usuario quedará inconsciente, sin experimentar dolor. El médico australiano compara la experiencia con lo que se siente cuando "hay una despresurización en la cabina de un avión". Tras el fallecimiento del interesado la máquina podrá utilizarse como ataúd.
Sarco ha sido diseñado por la organización Exit International, que se dedica a buscar formas de ayudar a personas que quieren salir de sus vidas. Algunas clínicas suecas se han interesado ya en conceder una licencia a Sarco para que sea utilizado en su territorio.
Además del estado australiano de Victoria, la asistencia a personas que desean terminar con su existencia es actualmente legal en Bélgica, Canadá, Colombia, Luxemburgo, EE.UU. (solo para pacientes terminales; en algunos estados se requiere la verificación de la solicitud con la firma de al menos dos doctores), y los Países Bajos.
Según reseña Fox News, el aparato se llama Sarco y es una cámara para dormir de diseño que se asemeja a un vehículo futurista.
Para mayor facilidad, el dispositivo "fue diseñado para poder ser impreso en 3D y ensamblado en cualquier lugar", según un comunicado de prensa. Además, cualquier usuario que pase un cuestionario mental —que está disponible en línea— puede imprimir y usar el aparato ya que sus planos "serán gratuitos y de código abierto y estarán subidos en Internet".
Sarco consta de una cámara transparente concebida para que las personas se sientan cómodas en su interior. Una vez se meta en la misma, el suicida ha de presionar un botón para que que el dispositivo comience a "llenarse de nitrógeno líquido y se reduzca el nivel de oxígeno a aproximadamente un 5%". También hay un 'botón del pánico' por si algún usuario cambia de opinión en el último momento.
Transcurridos unos minutos, el usuario quedará inconsciente, sin experimentar dolor. El médico australiano compara la experiencia con lo que se siente cuando "hay una despresurización en la cabina de un avión". Tras el fallecimiento del interesado la máquina podrá utilizarse como ataúd.
Sarco ha sido diseñado por la organización Exit International, que se dedica a buscar formas de ayudar a personas que quieren salir de sus vidas. Algunas clínicas suecas se han interesado ya en conceder una licencia a Sarco para que sea utilizado en su territorio.
Además del estado australiano de Victoria, la asistencia a personas que desean terminar con su existencia es actualmente legal en Bélgica, Canadá, Colombia, Luxemburgo, EE.UU. (solo para pacientes terminales; en algunos estados se requiere la verificación de la solicitud con la firma de al menos dos doctores), y los Países Bajos.
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