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viernes, 28 de diciembre de 2018

¿Un 'jardín chino' en el 'patio trasero' de EEUU? El futuro de las relaciones entre China y Latinoamérica



En 2018, América Latina vivió varios acontecimientos políticos que podrían provocar unos serios cambios en la política regional. Se trata, ante todo, del cambio de poder en Colombia, Brasil y México, señala Jorge Heine en su artículo para el diario chino Global Times.

No obstante, el autor opina que estos acontecimientos tendrán menos impacto de lo que se pronostica, al menos, en las relaciones con China. Los flujos comerciales y de inversiones entre el gigante asiático y América Latina están tan entrelazados que un cambio de gobierno no llevará a un cambio de política respecto a China, ni hablar de la ruptura de contactos.

El autor enumera los acontecimientos del 2018 que sustentan sus afirmaciones:

China logró fortalecer las relaciones con la región durante el segundo foro de ministros de la República Popular China, América Latina y el Caribe que se celebró en Santiago (Chile) en enero de 2018. El país dejó claro que está listo para tratar no solo con países separados, sino con toda la región en su conjunto.
Taiwán continúa perdiendo el apoyo de los Estados de la región. En mayo de 2018, la República Dominicana rompió las relaciones diplomáticas con Taipéi y apostó por China. En agosto de 2018, fue seguida por El Salvador.
Panamá se ha convertido en el centro de comercio y logística de China para América del Norte y del Sur. En menos de 18 meses de relaciones diplomáticas, este país firmó 47 acuerdos con Pekín. Panamá firmó un contrato de 1.400 millones de dólares con una compañía china, que prevé construir un cuarto puente sobre el canal de Panamá. Pekín también tiene previsto ubicar la sede regional del Banco de China en este país latinoamericano.
El presidente chino, Xi Jinping, realizó cuatro giras por la región. En los últimos seis años, viajó a 12 países de América Latina y el Caribe. Es decir, visitó la región con mayor frecuencia que el expresidente de EEUU, Barack Obama, y el actual jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, durante los últimos 10 años. Además, en los últimos tres años, el presidente chino se reunió cinco veces con su homólogo argentino, Mauricio Macri. Lo que apunta a unos estrechos vínculos entre China y una de las mayores economías de América del Sur.
China y los países de la región continúan desarrollando la cooperación en el campo de energía e infraestructura. Los negocios petroleros con Venezuela, la construcción de represas hidroeléctricas en Ecuador y el proyecto para construir centrales nucleares en Argentina evidencian la enorme presencia de China en el sector energético regional. Además, China busca participar en los principales proyectos de infraestructura, incluida la reconstrucción de puertos, carreteras, ferrocarriles, túneles y puentes.
La mayoría de los países latinoamericanos y caribeños ha firmado memorandos de entendimiento sobre la iniciativa china 'Un cinturón una ruta'.

Sin embargo, la guerra comercial entre EEUU y China puede complicar las relaciones del gigante asiático con los países latinoamericanos. Hoy en día, Washington pretende hacer todo lo posible para socavar estas relaciones, advierte Jorge Heine.

El autor observa que los altos funcionarios clave de la Administración estadounidense, entre ellos el secretario de Estado, Mike Pompeo, el asesor de seguridad nacional, John Bolton, y el secretario de defensa norteamericano, James Mattis —que estará en el cargo hasta el 28 de febrero de 2019—, declararon estar dispuestos a contrarrestar a China en América Latina.
No obstante, los días en los que Washington dictaba a los países latinoamericanos con quién y bajo qué condiciones interactuar, están en el pasado, especialmente en el mundo globalizado y multipolar de hoy.

Según Heine, los países latinoamericanos han diversificado hace tiempo sus vínculos diplomáticos y comerciales y tienen relaciones particularmente sólidas con Asia, la región con el crecimiento más rápido del mundo.

En cualquier caso, EEUU y China representan aproximadamente el 40% del PIB mundial. Las economías de América Latina abiertas y orientadas a la exportación necesitan fuertes lazos con los gigantes internacionales para asegurar su propia prosperidad y la transición a una economía plenamente desarrollada

7 comentarios:

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