Australia, Estados Unidos y casi una docena de otras naciones iniciaron el pasado 21 de julio los mayores ejercicios de guerra de la historia, Talisman Saber, los cuales, según los expertos, tienen como objetivo evidente prepararse para una futura guerra con China.
Según un experto consultado por Sputnik, Washington claramente trata de arrastrar a otras naciones a su confrontación con Pekín por temor a su propia debilidad.
Las maniobras, antes bilaterales entre las fuerzas de Australia y Estados Unidos, incluyen este año a 13 naciones y 30.000 soldados. Los simulacros ensayan el conflicto con un adversario ficticio llamado "Olvania" en diversos lugares del suelo australiano y la región circundante, e incluyen muchos de los sistemas avanzados de armamento que Estados Unidos ha suministrado a Ucrania en los últimos meses, como el sistema de lanzamisiles múltiple Himars y el carro de combate principal M1 Abrams, que ahora se comercializan a otros países.
Artiom Garin, experto del Centro para el Sudeste Asiático, Australia y Oceanía del Instituto de Estudios Orientales de la Academia Rusa de Ciencias, señaló a Sputnik que Estados Unidos está ensayando no solo un enfrentamiento militar con China, sino también atraer a otras naciones regionales a la confrontación.
"Esto es un ensayo, en parte una coordinación de acciones en caso de que Estados Unidos choque realmente con China. China no necesita un enfrentamiento con Estados Unidos porque tiene una enorme influencia económica y política en la región, y lo ha conseguido por medios completamente legales", explicó.
"Al mismo tiempo, Estados Unidos está perdiendo su influencia en la región y, en términos económicos, no pueden hacer nada para oponerse a China. En términos políticos, su influencia también se reduce significativamente, por lo que, para Estados Unidos, el conflicto armado y la desestabilización de la región pueden ser su única opción para mantener de alguna manera su presencia allí, sin tener en cuenta el hecho de que solo arruinarán su futuro en la región", dijo Garin.
Anteriormente, estas maniobras se limitaban a la participación de una cohorte limitada de Estados aliados de Washington y Canberra en la región. Ahora el ejercicio se ha convertido en una operación militar global en la que participan los principales miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Especialmente significativo es el hecho de que, por primera vez en la historia, participen las Fuerzas Armadas alemanas, el socio de la alianza atlántica desde hace mucho tiempo, que se ha encontrado en el centro mismo de la remilitarización de Europa y uno de los principales actores en la guerra de Washington y la OTAN contra Rusia, que se está librando con la ayuda de Ucrania.
Vladislav Belov, subdirector del Instituto de Europa de la Academia de Ciencias de Rusia, cree que la participación de los países otanistas en los simulacros australianos indica lo profundas que son las incursiones en la región Asia-Pacífico que ha realizado la alianza del Atlántico Norte. Belov también ha señalado que los intereses de la OTAN en la región ya están representados por el bloque AUKUS (Australia, Reino Unido y Estados Unidos).
"La participación de Alemania en estas maniobras es una continuación de la política que viene siguiendo desde hace mucho tiempo", explicó Garin. "Está relacionada con la voluntad de asumir más responsabilidades, de participar en la resolución de las situaciones de conflicto que puedan surgir en esta región. Está claro que, en primer lugar, Taiwán es uno de los posibles conflictos del futuro. Berlín está mostrando a sus aliados y socios que está dispuesta a participar en este conflicto".
En este punto, recordó el término utilizado por Chen Hong, director del Centro de Estudios Australianos de la Universidad Normal de China Oriental de Shanghái, quien ha hablado de la "Asia-Pacificización de la OTAN".
"Este año, el ejercicio Talisman Saber tiene como objetivo practicar las tareas de coordinación entre el Ejército estadounidense y sus aliados y socios", dijo Chen. "La dirección del plan táctico de los ejercicios militares contra China es evidente. En un principio, Talisman Saber era un ejercicio militar entre Australia y Estados Unidos, pero en esta ocasión han participado en él 13 países, lo que convierte al ejercicio de este año en el mayor de la historia. En el contexto del concepto 'OTAN en Asia-Pacífico' promovido por Estados Unidos y sus socios occidentales, el fomento de la presencia de Alemania, Francia y Gran Bretaña en la región a través de estos ejercicios vulnera gravemente la situación de seguridad en la región Asia-Pacífico", añadió.
Hong indicó a Sputnik que es evidente que los simulacros pretenden mostrar agresividad y escala, aunque recordó que "la cohesión interna de los participantes y el impulso estratégico son muy débiles".
"De hecho, la mayoría de los países que participan en estos ejercicios fueron 'invitados' a participar bajo la presión de Estados Unidos y, al mismo tiempo, desde el punto de vista de su propia estrategia nacional, no tienen potencial para llevar a cabo ninguna aventura militar dirigida contra China", explicó.
"Ni siquiera el 'protagonista' de los ejercicios, Australia, está dispuesto a enfrentarse a China. Estos ejercicios afectan a las costas occidental, septentrional y nororiental de Australia, lo que indica claramente planes para una profunda implicación del país en la vorágine de un conflicto militar. Esto es contrario a la estrategia nacional general y a largo plazo de Australia. La imposición por parte de Estados Unidos en la región Asia-Pacífico de su 'estrategia Indo-Pacífica' dirigida contra China amenaza seriamente la paz, la estabilidad y el desarrollo de la región", afirmó Hong.
"Esto ya ha causado grave preocupación entre algunos aliados y socios de Estados Unidos y causará cada vez más preocupación entre la población civil de la región Asia-Pacífico", agregó.
Días atrás, unidades de las Fuerzas de Autodefensa de Japón, junto con marines estadounidenses y soldados australianos, realizaron sus primeros tiroteos en Australia. En los simulacros también se están probando varias armas nuevas, como los misiles antibuque Tipo 12 lanzados desde superficie de Japón y el sistema de lanzamiento múltiple de cohetes (MLRS) K239 Chunmoo de Corea del Sur.
Japón y Corea del Sur también pueden ver en estos ejercicios una oportunidad para desarrollar su industria militar y una forma de demostrar que sus equipos pueden adaptarse bien a diferentes condiciones climáticas y utilizarse en todo el mundo, lo que aumentará sus exportaciones de armas.
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