El gobierno ruso afirma que ha desplegado prototipos de una nuevo cañón láser secreto llamado Zadira, capaz de derribar drones a cinco kilómetros de distancia en segundos
Rusia afirma que ha desplegado una nueva arma hasta ahora desconocida, diseñada para destruir los drones que tanto daño están causando a su ejército. Se llama Zadira y, según los rusos, es un cañón láser capaz de derribar máquinas como los famosos drones Bayraktar TB2 a cinco kilómetros de distancia en sólo cinco segundos.
El cañón ha permanecido en secreto hasta hoy, cuando ha sido anunciado por el responsable de desarrollo militar de Vladimir Putin, el primer ministro adjunto Yury Borisov. El presidente ucraniano Vladimir Zelenski le ha respondido en su conferencia de prensa noctura (ver actualización al final de este artículo).
El cañón ha permanecido en secreto hasta hoy, cuando ha sido anunciado por el responsable de desarrollo militar de Vladimir Putin, el primer ministro adjunto Yury Borisov. El presidente ucraniano Vladimir Zelenski le ha respondido en su conferencia de prensa noctura (ver actualización al final de este artículo).
Según la agencia oficial Tass, Borisov declaró en la televisión gubernamental rusa Channel One que los cañones láser Peresvet — capaces de cegar los sensores de armas y satélites enemigos a 1.500 kilómetros de distancia “ya están operativos en Ucrania”. Pero Borisov dice que el nuevo Zadira es mucho más potente que el Peresvet: “Si Peresvet ciega, la nueva generación de armas láser conduce a la destrucción física del objetivo, su destrucción térmica”. Reuters informa que Borisov afirmó en la misma entrevista que “los primeros prototipos ya están siendo usados [en Ucrania]”.
Zelensky afirma que los cañones láser son 'armas maravilla', en referencia a las armas con las que los Nazis intentaron cambiar el curso de la Segunda Guerra Mundial, como la V2 en la imagen
Parte del arsenal futurista de Putin
Zadira es el último desarrollo conocido de un programa para la creación de un arsenal futurista encabezado por Borisov. Vladimir Putin lo anunció al mundo en marzo de 2018 en un agresivo discurso desde Moscú. Allí aseguró que, con estas tecnologías, ‘sus enemigos mundiales ya no podrán ignorar’ al país heredero de la Unión Soviética y los zares. Según Putin, están diseñadas para obtener una supuesta ventaja estratégica y táctica sobre la OTAN y llevan años en desarrollo prioritario.
El arsenal futurista comenzó con seis armas que van desde el misil de crucero hipersónico Zircón al misil intercontinental Satán 2 y el planeador nuclear Avangard. Según Rusia, todas ellas están ya operativas.
Parte del arsenal futurista de Putin
Zadira es el último desarrollo conocido de un programa para la creación de un arsenal futurista encabezado por Borisov. Vladimir Putin lo anunció al mundo en marzo de 2018 en un agresivo discurso desde Moscú. Allí aseguró que, con estas tecnologías, ‘sus enemigos mundiales ya no podrán ignorar’ al país heredero de la Unión Soviética y los zares. Según Putin, están diseñadas para obtener una supuesta ventaja estratégica y táctica sobre la OTAN y llevan años en desarrollo prioritario.
El arsenal futurista comenzó con seis armas que van desde el misil de crucero hipersónico Zircón al misil intercontinental Satán 2 y el planeador nuclear Avangard. Según Rusia, todas ellas están ya operativas.
Pero los expertos tienen dudas sobre la aplicación de estos dispositivos en un escenario de conflicto real. No sólo por su efectividad real y el número de unidades disponibles, sino porque su uso es muy limitado. Disparar un Zircón armado con una cabeza nuclear, activar un dron Poseidón para provocar un tsunami atómico en una ciudad costera o lanzar un ICBM imparable como el Satán 2 provocarían la Tercera Guerra Mundial, asegurando la destrucción total de Rusia y el resto del planeta.
Zadira en la invasión ucraniana
Pero Zadira no es un arma del ‘dia del juicio final’, como las descritas arriba. De ser cierto lo que dice Borisov, Zadira sí es un arma eminentemente práctica en un escenario real. De hecho, de ser real, puede ser clave en la guerra de Ucrania. Un cañón láser con ‘munición’ ilimitada capaz de derribar drones como los Bayraktar TB2 o los Switchblade 600 desde una distancia de cinco kilómetros tiene un valor táctico innegable.
Como apunta Borisov, el Zadira evitaría el uso de misiles de intercepción, que son mucho más caros y, sobre todo, finitos. Un cañón láser puede funcionar de forma ilimitada y atacar múltiples blancos a gran velocidad.
Es un arma que, si funciona realmente como dice Borisov, puede cambiar el curso de una guerra de desgaste moderna. En Ucrania, los drones están demostrando un valor coste-efectividad sin rival. Tanto los Bayraktar como los drones de reconocimiento caseros han sido en gran medida responsables de las derrotas del ejército ruso y la destrucción de innumerables tanques y transportes blindados. Estados Unidos, China o Israel saben que los drones han afectado enormemente la naturaleza de los conflictos armados y de ahí que también estén desarrollando sistemas similares al Zadira.
En teoría, Ucrania debería estar preocupada por este anuncio. En la práctica, quizás no tanto. Habrá que ver cuántos de estos supuestos cañones láser están realmente en el campo de batalla, dónde están y si son tan efectivos como afirman los rusos. Sabiendo el nivel de fallos de sus otras armas, hay que ser razonablemente escéptico.
ACTUALIZACIÓN [jueves, 19 de mayo]: En su videoconferencia de prensa nocturna de ayer, Zelensky ha respondido al anuncio del gobierno ruso sobre estos cañones láser, afirmando que "indican claramente el completo fracaso de la invasión". Demuestra que los líderes rusos "tienen miedo de admitir que se cometieron errores catastróficos al más alto nivel estatal y militar de Rusia", asegura el líder ucraniano.
Zelensky también afirmó que estos supuestos cañones láser no son más que "armas maravilla" las armas futuristas que los Nazis intentaron usar en la Segunda Guerra Mundial para cambiar el curso de la contienda cuando lo tenían todo perdido. Los Nazis usaron estas 'wunderwaffe' — como el caza a reacción Messerschmitt Me 262, el caza cohete Messerschmitt Me 163 Komet o las bombas volantes V1 y V2 — más que nada como armas de propaganda o de terror. En realidad, el número de armas era tan reducido que no tuvieron ningún efecto en el resultado final.
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