"El enemigo también produce equipos modernos. Y si hay una oportunidad de mirar dentro y ver si hay algo que podamos utilizar, pues ¿por qué no?", afirmó Putin en una entrevista el 16 de julio.
EEUU y sus aliados han destinado más de 94.500 millones de dólares en equipamiento militar a Ucrania en los últimos 18 meses, vaciando sus propios arsenales para enviar desde las últimas modificaciones de los tanques Leopard 2 y los vehículos blindados Bradley hasta sistemas de lanzacohetes múltiples Himars, misiles de crucero de largo alcance Storm Shadow, sistemas de defensa antiaérea Patriot y Nasams, así como obuses Caesar.
A medida que avanzaba el conflicto, las fuerzas armadas de Rusia lograron capturar varios de estos equipos. Como resultado, en internet aparecieron montones de imágenes que mostraban a militares rusos luciéndose cerca de trofeos Leopard y Bradley o estudiando el uso de los sistemas de misiles antitanques Javelin y Stinger incautados.
A principios de este mes, los soldados rusos se apoderaron de un misil Storm Shadow prácticamente intacto, lo desmontaron y se lo llevaron en un camión a una zona de retaguardia para su posterior análisis.
"Cualquier equipo trofeo que capturamos en el campo de batalla es valioso en términos de sus características de diseño, ciertas soluciones de diseño para algunos de sus componentes", indicó a Sputnik el coronel retirado, cuyo historial militar incluye el servicio en el Grupo Soviético en Alemania, Afganistán y Siria.
"Por ejemplo, el tanque Leopard, que nos interesa por los componentes de su blindaje y el sistema de control de fuego de su cañón. El vehículo blindado Bradley también nos interesa por los proyectiles que utiliza su cañón de 25 mm", declaró Matviichuk.
"Todos los equipos que capturamos son estudiados cuidadosamente por nuestros ingenieros militares. Lo comparamos con nuestros propios equipos y formulamos inmediatamente recomendaciones metodológicas sobre los medios para combatir estos equipos en el campo de batalla. Y, en el futuro, es posible que algunos elementos puedan incluso introducirse en nuestros propios equipos", profundizó el experto militar.
Éxitos de la ingeniería inversa
Matviichuk afirma que hay muchas pruebas que demuestran que las fuerzas armadas de Rusia ya aprovechan el análisis de los equipos de la OTAN capturados, especialmente en el campo de los misiles.
"Los Himars que hemos capturado antes eran capaces de eludir nuestros sistemas de defensa antiaérea Pantsir bastante bien. Ahora no. Hemos encontrado su punto débil, hemos descubierto las frecuencias de su sistema de control, y ahora nuestros sistemas de defensa antiaérea los destruyen excelentemente", informó el analista.
En cuanto a los misiles Storm Shadow que hemos capturado, también vemos ahora en los informes del Ministerio de Defensa que casi el 90 % de estos misiles son derribados por nuestros sistemas de defensa antiaérea", prosiguió Matviichuk.
Las fuerzas rusas de defensa antiaérea confirmaron en enero que las plataformas de sistemas Pantsir han sido equipadas con una nueva cámara termográfica y una actualización de software para aumentar drásticamente la tasa de interceptación de cohetes de los Himars.
Recientemente, un alto ejecutivo del gigante tecnológico ruso Rostec afirmó que la eficacia de los sistemas de misiles y cañones Pantsir mejorados ha alcanzado en algunos casos el "100%" de efectividad contra los proyectiles de Himars en el campo de batalla.
"Cualquier arma se moderniza y mejora en función de los resultados de su empleo en combate. Se trata de un proceso continuo. Por ejemplo, después de que el enemigo recibiera sistemas de lanzacohetes múltiples Himars, los especialistas de Visokotochnie Kompleksi, [Sistemas de Alta Precisión, uno de los mayores fabricantes rusos militar], mejoraron el Pantsir para interceptar estos proyectiles", informó el experto.
"Hoy vemos ejemplos de ataques de los Himars contrarrestados con éxito por nuestro sistema antiaéreo de misiles y cañones. Hay precedentes en los que los 12 cohetes lanzados desde un sistema de lanzacohetes múltiples estadounidense fueron interceptados", declaró Matviichuk.
Ahora, la cuestión es conseguir suficientes sistemas de defensa antiaérea mejorados para los 1.000 km de línea del frente, dada la tendencia de las fuerzas ucranianas a utilizar sus equipos proporcionados por Occidente para atacar, al mismo tiempo, deliberadamente zonas civiles, especialmente en el Donbás.
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