"Puede que haya sido la semana de la ruptura del dólar", reza un artículo del medio financiero Bloomberg. La peor caída del billete verde desde noviembre ha llevado a un grupo de estrategas e inversores a afirmar que la principal divisa de reserva del mundo ha llegado a un punto de inflexión. Si tienen razón, las consecuencias serán de gran alcance para las economías y los mercados financieros mundiales, reiteran.
El estratega de macroeconomía de Bloomberg Simon White precisó en ese medio financiero que la tendencia a la baja predominante en la divisa estadounidense está preparada para permanecer intacta mientras la curva de rendimiento real se aplana.
A decir del jefe de estrategia del G-10 en Standard Bank, Steven Barrow, consultado por el medio financiero, el pronóstico para que el dólar entre en una tendencia a la baja por varios años se sustenta en el hecho de que el ciclo de endurecimiento de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) se transformará en un periodo de relajación, lo que hará que la moneda estadounidense baje incluso cuando otros bancos centrales hagan recortes.
Sin embargo, el medio enfocado en finanzas precisó que hay una larga historia de inversionistas "quemados" por pronósticos prematuros sobre recortes de tasas de la Fed que hundirían al dólar.
"Ese fue el caso a principios de este año, cuando la moneda parecía estar al borde de una tendencia a la baja prolongada, pero se estabilizó cuando los datos económicos de EEUU demostraron que la Fed no iba a dejar de subir los tipos", señala Bloomberg.
En tanto, el estratega de divisas Michael Cahill comentó que cualquier caída del dólar probablemente sea menos profunda que en ciclos anteriores; sin embargo, la divisa podría desmoronarse si la Fed pone fin a lucha contra la inflación y el Banco Central Europeo se ve obligado a mantener los tipos más altos durante más tiempo.
Ahora, una caída del dólar a largo plazo, detalla el espacio periodístico, reduciría los precios de importación para los países en desarrollo, contribuyendo a aliviar sus presiones inflacionarias. Asimismo, monedas como el yen japonés podrían experimentar un impulso, luego de haber estado cayendo durante meses.
Mientras que, a nivel más general, un dólar debilitado podría impulsar las exportaciones de empresas estadounidenses a expensas de sus contrapartes en Europa, Asia y otras regiones del mundo.
"Muchos inversionistas han estado esperando una tendencia a la baja en el dólar durante meses y la liquidación tiene a los administradores de fondos de M&G Investements y UBS Asset Magament preparándose para un desempeño superior en el yen y las monedas de mercados emergentes", apuntó Bloomberg.
A finales de junio, el presidente de la Fed, Jerome Powell, advirtió que a pesar de los esfuerzos realizados queda un largo camino por recorrer para bajar los altos índices de la inflación.
Concretamente, Powell declaró que si bien "la inflación se ha moderado algo desde mediados del año pasado", aún se mantienen altas las "presiones inflacionistas" y "el proceso de volver a situar la inflación en el 2% tiene un largo camino por recorrer".
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