"Diez F-16 cuestan 2.000 millones de dólares. Así que los rusos tienen cientos de fuselajes de cuarta y quinta generación. Si ellos [los ucranianos] van a intentar igualarse a los rusos, uno a uno o incluso dos a uno, estamos hablando de un gran número de aviones", reconoció el mando durante una conferencia de prensa.
"Se necesitarán años para entrenar a los pilotos, años para realizar el mantenimiento y la conservación, años para generar el apoyo financiero necesario. Estamos hablando de muchos más miles de millones de dólares de los que ya se han generado", abundó el uniformado.
En lugar de suministrar a Ucrania costosas aeronaves, Milley sugirió centrarse en las defensas aéreas, en el tipo de maniobras ofensivas de armas combinadas de bloqueo y ataque, es decir, en la artillería, así como en la artillería de largo y corto alcance.
Anteriormente, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, declaró que Estados Unidos permitiría a sus socios europeos empezar a entrenar a pilotos ucranianos para conducir cazas F-16 y les proporcionará las herramientas necesarias para ello, si bien aún no está claro el calendario para la llegada de estos aviones de combate a Ucrania.
A principios de julio, el director de Operaciones del Estado Mayor Conjunto del Departamento de Defensa norteamericano, el teniente general Douglas Sims II, declaró que las condiciones del campo de batalla en Ucrania no eran "ideales" para utilizar cazas F-16, dado que Rusia sigue poseyendo capacidades de defensa antiaérea.
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