Con base en fuentes gubernamentales, el medio afirma que, a pesar de ello, los aliados de Ucrania apostaron por apoyar las contraofensivas esperando que "el coraje y el ingenio" de los soldados ucranianos fueran suficiente para avanzar. Sin embargo, no sucedió así, sostiene el rotativo.
"No lo han hecho. Los campos de minas profundos y mortales, las fortificaciones extensas y el poder aéreo ruso se han combinado para bloquear en gran medida los avances (...) de las tropas ucranianas", advierte el artículo.
También señala que la campaña ucraniana "corre el riesgo de caer en un punto muerto" debido a las "formidables fuerzas aéreas" de Moscú que impiden los movimientos en tierra.
A esto se suma que la Administración Biden evalúa qué tanto puede afectar el apoyo a Kiev, sobre todo en el tema de la aprobación ciudadana y la popularidad del Partido Demócrata, ya que el próximo año el país norteamericano llevará a cabo elecciones presidenciales, en las que Biden podría reelegirse. Esta situación, indica el medio, ha generado tensiones entre los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), como quedó en evidencia en la pasada cumbre de la Alianza, en Lituania, a mediados de julio.
"Es poco probable que los líderes europeos aumenten significativamente el apoyo a Kiev si perciben la renuencia de Estados Unidos, dicen diplomáticos occidentales", refiere The Wall Street Journal.
Expertos militares consultados por el diario coinciden en que el país gobernado por Volodímir Zelenski "necesita más entrenamiento en maniobras militares complejas", así como más blindaje y mejores defensas aéreas.
Sin embargo, la posibilidad de que Washington autorice el envío de aviones de combate F-16, largamente solicitados por Kiev, no se ve cercana. Incluso se estima que, si Biden accediera a este suministro, los cazas llegarían al campo de batalla hasta principios del año entrante.
Esto podría complicar aún más la contraofensiva ucraniana, ya que, según la doctrina militar occidental, para realizar un ataque en este contexto se requiere una sólida fuerza aérea, además de un número de tropas que tripliquen a las de Rusia, situación que no ocurre.
"Estados Unidos nunca intentaría derrotar una defensa preparada sin superioridad aérea, pero ellos [los ucranianos] no tienen superioridad aérea. Es imposible exagerar lo importante que es la superioridad aérea para luchar en una pelea terrestre a un costo razonable en bajas", declaró a The Wall Street Journal el teniente coronel retirado del Ejército estadounidense, John Nagl, quien además es profesor asociado de estudios de combate en la Escuela de Guerra de Estados Unidos.
Según el diario, a medida que disminuye la probabilidad de que Ucrania logre avances en sus contraofensivas, se abre "la inquietante perspectiva" para Washington y sus socios europeos de un conflicto más largo que requiera de "una nueva y enorme inyección de armamento sofisticado y más entrenamiento" para las fuerzas de Zelenski.
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