La contraofensiva actualmente no avanza tan rápido”, aseguró el jefe del gabinete presidencial ucraniano, Andrii Yermak.
Ayer, en conferencia de prensa, el funcionario admitió la dificultad de los combates.
Si tenemos que decir que algo anda mal, lo diremos. No trataremos de adornarlo”, aseguró.
Yermak negó la existencia de presiones de los aliados occidentales.
No hay ninguna presión. Sólo nos preguntan: ¿De qué otra manera podemos ayudarlos?”, aseguró.
Yermak, considerado el principal asesor del presidente Volodímir Zelenski, reiteró que Ucrania descarta abrir cualquier negociación de paz mientras haya tropas rusas en su suelo.
Pensar en estas negociaciones sólo es posible después de que las tropas rusas abandonen nuestro territorio. Todo el mundo comprende que no vamos a hablar con los rusos antes de eso”, agregó.
La contraofensiva generó expectativas en Occidente. El 11 de junio, Ucrania anunció la primera victoria de su estrategia.
Esto se registró en Blagodatne, una localidad de unos mil habitantes ubicaba en los límites de Donetsk y Zaporiyia.
Al respecto, el presidente estadunidense, Joe Biden, afirmó que la contraofensiva debería llevar a negociaciones entre las dos partes para poner fin a la guerra.
Mi esperanza y mi expectativa son que Ucrania realice avances significativos en su ofensiva y que eso conduzca a una solución negociada en algún momento”, declaró Biden en Helsinki el jueves pasado.
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