Recientemente, el expresidente de Morgan Stanley Asia Stephen Roach advirtió de un inminente derrumbe del dólar en los próximos años. Ahora, el economista estadounidense explica cómo se desarrollaría el colapso de la moneda de EEUU.
La moneda estadounidense puede depreciarse en un 35% para el año 2021, escribió Stephen Roach en su artículo para Bloomberg. El analista afirmó que la era de la moneda estadounidense está llegando a su fin.
No obstante, algunos lectores criticaron el artículo y argumentaron que cuando se trata del dólar, "no hay alternativa".
En una nueva publicación, Roach contestó a estas críticas y explicó en qué se basa su pronóstico de una fuerte caída del dólar.
El economista recordó que el dólar, como cualquier tipo de cambio, es un precio relativo que refleja la situación económica, financiera, social y política de una nación vista frente a características comparables de otras naciones.
Es decir, las fluctuaciones en los tipos de cambio de divisas son el resultado de las comparaciones relativas de EEUU y Europa, EEUU y Japón, EEUU y China, etc., explicó Roach.
"Mi pronóstico de una disminución del 35% en el valor del dólar se basa en una comparación entre Estados Unidos y las monedas de una amplia canasta de socios comerciales de EEUU", dijo el analista.
Según el Banco de Pagos Internacionales (BPI), los mayores socios comerciales de EEUU son China (23% de los flujos comerciales transfronterizos), la zona del euro (17%), México (13%), Canadá (12%) y Japón (7%).
El valor de las monedas de estas regiones determina en un 72% el tipo de cambio del dólar en los mercados internacionales. En otras palabras, para debilitarlo, estas monedas deben reforzarse significativamente.
Con China y la zona euro representando el 40% del comercio de Estados Unidos, las matemáticas de un derrumbe del dólar no se sumarán a menos que esas dos monedas suban significativamente, como espero", escribió Roach.
Teniendo en cuenta los volúmenes de comercio, el euro parece estar ahora un 15% infravalorado con respecto a su máximo en abril de 2008. "Hay una inconfundible alza para la moneda menos querida del mundo", señaló el analista.
Al mismo tiempo, el amplio índice de renminbi, construido por el BPI, es un 53% superior a sus mínimos de diciembre de 2004 en términos efectivos reales.
"Mientras China mantenga el rumbo de la reforma estructural —pasando de la industria manufacturera a los servicios, de un crecimiento impulsado por la inversión y las exportaciones a un crecimiento impulsado por los consumidores— y adopte una mayor liberalización de su sistema financiero, los argumentos a favor de una subida de la moneda siguen siendo convincentes, incluso ante una relación cada vez más tensa con Estados Unidos", comentó Roach.
Las monedas de los socios del T-MEC de Estados Unidos (antes NAFTA) —México y Canadá— también importan mucho, ya que representan el 25% del comercio de productos manufacturados de EEUU.
México y Canadá fueron muy dañados a principios de este año debido al choque del coronavirus y el colapso de los precios del petróleo. A medida que las cotizaciones se estabilicen y la actividad económica se recupere, el peso mexicano y el dólar canadiense se fortalecerán.
Al mismo tiempo, Roach observó que la participación del dólar en las reservas oficiales de divisas ha disminuido de un poco más del 70% en 2000 a un poco menos del 60% en la actualidad, según el BPI.
"Esa tendencia a la baja podría cobrar impulso en los años venideros, especialmente con Estados Unidos liderando actualmente la desglobalización y el desacoplamiento", aseguró Stephen Roach.
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