La embajadora de EE.UU. ante la OTAN anuncia su preocupación por el poder de China y asevera que la Alianza Atlántica vigila los movimientos de Pekín.
“China podría ser un socio pacífico, un buen socio comercial, pero no lo están demostrando en este momento, y creo que los socios de la OTAN están viendo esto, y la OTAN también está comenzando a evaluar lo que China está haciendo”, dijo la embajadora de Estados Unidos ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Kay Bailey Hutchison, en una reunión virtual.
Hutchison manifestó que el país asiático, está “mucho más” en la pantalla de radar, lo que incomoda a EEUU, y lo obliga a “evaluar el riesgo y prepararse para lo peor” escenario con Pekín.
En esta misma línea, la embajadora dijo que a la OTAN le preocupa cuál es la intención de China. “Sabemos que China tiene la capacidad de competir en igualdad de condiciones, y les estamos pidiendo que lo hagan, pero también estamos haciendo caso omiso de su comportamiento en este momento en el mar del sur de China, militarizando islas que dijeron que nunca se haría…”, subrayó, sin dejar de destacar el poderío militar creciente del gigante asiático en las últimas décadas.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, ha rechazado las acusaciones occidentales en contra de su país asegurando que Pekín no representa una amenaza para ninguna nación.
“Esperamos que la OTAN pueda continuar manteniendo una opinión correcta sobre nosotros y ver nuestro desarrollo de manera racional”, ha aclarado.
Estas acusaciones contra Pekín se produjeron mientras el gigante asiático, en reiteradas oportunidades ha denunciado el enfoque “hostil” y “belicista” del Gobierno de EEUU, presidido por Donald Trump, y ha aseverado que esta gestión desestabilizadora de la Casa Blanca amenaza la seguridad mundial.
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