El titular del Ministerio de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, volvió a corroborar esta cifra en la décima edición del Foro Xiangshan de Pekín, al declarar que el Ejército ucraniano ha perdido más de 90.000 soldados por muerte o lesiones durante la contraofensiva lanzada a mediados de este 2023, además de que no ha logrado éxitos significativos en el campo de batalla.
"Desde el 4 de junio, es decir, desde el comienzo de la ampliamente publicitada contraofensiva ucraniana, que ha sido tan generosamente apoyada por Occidente, Kiev también ha perdido unos 600 tanques y casi 1.900 vehículos blindados de diversas clases. Al mismo tiempo, no se ha logrado ningún éxito tácticamente significativo en el campo de batalla", declaró Shoigú.
Los militares rusos seguirán llevando a cabo "metódicamente y con confianza" sus tareas en la zona de operaciones militares especiales, añadió el mando.
Occidente utiliza a Ucrania como ariete para infligir una "derrota estratégica" a Rusia
Asimismo, el ministro de Defensa ruso destacó que Occidente está utilizando a Ucrania como ariete para infligir una "derrota estratégica" a Rusia, después de que Moscú adoptara contramedidas a la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este.
"Ignorando los legítimos derechos de Rusia a garantizar su seguridad, la Casa Blanca persiguió persistentemente la expansión de la OTAN, que controla, hacia el este", declaró Shoigú en el décimo Foro Xiangshan de Pekín.
"Estos pasos agresivos nos obligaron a tomar contramedidas. En respuesta, Occidente adoptó abiertamente el rumbo de infligir una 'derrota estratégica' a Rusia en la guerra híbrida desatada contra nosotros. Ucrania fue cínicamente elegida como ariete, al que se le asigna el papel de material consumible".
El ministro de Defensa señaló a continuación que la política de los países occidentales de intensificar el conflicto con Rusia plantea la amenaza de un choque militar directo entre potencias nucleares.
"La línea de Occidente de escalada constante del conflicto con Rusia conlleva la amenaza de un choque militar directo entre potencias nucleares, que está cargado de consecuencias catastróficas", declaró en el foro.
Shoigú señaló, además, que la retirada de Rusia de la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares no significa la destrucción de este régimen de equilibrio militar-estratégico. "Se trata solo del deseo de garantizar un equilibrio con Estados Unidos, que nunca ha ratificado este tratado", dijo.
Ucrania lanzó su última contraofensiva a principios de junio de este 2023. Tres meses después, Putin declaró que la contraofensiva ucraniana había fracasado, y que ese país europeo había sufrido 71.000 bajas. Varios funcionarios occidentales también se han visto obligados a admitir que la contraofensiva ucraniana no había tenido éxito.
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