"Hoy en Nueva York, en las Naciones Unidas, digo francamente a los estadistas estadounidenses que dirigen ahora el genocidio en Palestina que no aceptamos la propagación de la guerra en la región. Pero advierto, si continúa el genocidio en Gaza, nadie se salvará de esta llama", indicó en una reunión de la 10ª sesión especial de emergencia de la Asamblea General de la ONU, Huseín Amir Abdollahian.
El canciller recordó que Irán también forma parte de la región de Asia Occidental "y no hay reservas cuando se trata de la seguridad interior". Pidió el cese inmediato de la matanza de civiles y del desplazamiento forzoso de palestinos.
Participación directa de Estados Unidos
Abdollahian también aseguró que Washington participa directamente en el conflicto palestino-israelí, proporcionando apoyo financiero y militar a Tel Aviv.
El diplomático iraní pidió el voto "por la paz y la seguridad en Palestina, no contra las mujeres y los niños" que están siendo atacados por Israel.
"Estados Unidos debe dejar de apoyar el genocidio en Gaza y Palestina", subrayó.
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, declaró en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU que EEUU no quiere la guerra con Irán, pero que responderá en caso de ataque a sus representantes.
Blinken también pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que enviara un mensaje a Irán y a sus partidarios para que no abrieran un segundo frente contra el Estado judío.
"Si ustedes, al igual que Estados Unidos, no quieren una expansión del conflicto, entonces (...) no pueden abrir un segundo frente contra Israel en este conflicto", declaró el secretario de Estado estadounidense.
El pasado 7 de octubre, Hamás lanzó miles de proyectiles desde la Franja de Gaza en un ataque sin precedentes y realizó una incursión armada en las zonas fronterizas del sur de Israel, por lo que el primer ministro del Estado judío declaró que el país "está en guerra". En respuesta al ataque sorpresa de Hamás, el Ejército israelí movilizó a 300.000 reservistas, lanzó varias oleadas de ataques aéreos sobre Gaza y está preparando una ofensiva terrestre.
Desde el 9 de octubre Israel mantiene el enclave palestino sin provisiones básicas, si bien el día 16 reinició el suministro de agua para el sur de Gaza, adonde se desplazan estos días cientos de miles de civiles por miedo a una invasión que se da por inminente.
Según las Naciones Unidas, la orden de evacuación emitida por Israel afectará a más de un millón de personas, la mitad de la población de Gaza, y podría acarrear consecuencias humanitarias devastadoras.
Numerosos países han llamado a Israel y Hamás a detener las hostilidades y negociar un alto el fuego; también se multiplican las voces a favor de una solución de dos Estados como única vía posible para lograr una paz duradera en la región.
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