(defensa.com) La negativa de Embraer en programar la visita del alto funcionario ruso a sus instalaciones está generando malestar entre los gobiernos de Rusia y Brasil. La invitación al viceprimer ministro Dmitry Rogozin, en la lista de las autoridades rusas bajo sanciones de Estados Unidos, podría comprometer a la empresa brasileña con el gobierno estadounidense.
Dmitry Rogozin, responsable del área de Defensa y Aeroespacial en Rusia, llegó a Brasil en las últimas horas. En Brasilia, se reunió con el vicepresidente, Michel Temer, y el ministro de Defensa, Celso Amorim. Después viajó a Sao José dos Campos, para reunirse con empresas de la industria de defensa.
Rogozin había pedido visitar Embraer, aunque no está claro si tenía algún interés en particular. Embraer, sin embargo, respondió que no podía organizar una visita, argumentando que su presidente tenía compromisos previos y sin proponer que Rogozin fuera recibido por otra persona. La negativa también molestó al gobierno ruso, socio de Brasil en el grupo BRIC. El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso llamó al embajador brasileño en Moscú para expresar su descontento con el tratamiento de Rogozin por Embraer y pedir al Gobierno que interceda por la visita.
La negativa de la empresa brasileña estaría relacionado con el hecho que Rogozin esté en la lista de las autoridades rusas bajo las sanciones occidentales impuestas después de la intervención rusa en Ucrania. Las sanciones alcanzan empresas estratégicas y las autoridades rusas consideradas cercanas al presidente Vladimir Putin. Rogozin estaba en la primera lista de sanciones, anunciada en marzo por el presidente Barack Obama, que afecta a la entrada en los EE.UU. y congela cualquier activo que se tenga en en el país. Las sanciones fueron posteriormente adoptadas por la Unión Europea y otros países occidentales.
Una visita de Rogozin a Embraer podría ser mal vista por el gobierno de Estados Unidos, país que constituye el mayor mercado del fabricante brasileño y con el que también se han estado desarrollando vínculos importantes en materia de la defensa. Pero Embraer es también una de las empresas seleccionadas para el proceso de nacionalización de los sistemas de baterías antiaéreas Pantsir e Igla, que Rusia suministrará a Brasil, a través de su filial Bradar, fabricante de radares, un contrato cuyo monto se estima en casi mil millones de dólares.
El director de Odebrecht Defensa y Tecnología, André Luiz Paraná, sí ha informado que la delegación rusa visitará Mectron, integrante de este grupo, que también participará en el proyecto de baterías antiaéreas. (Javier Bonilla)
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