"El ataque estadounidense directo contra territorio yemení la mañana de hoy no es aceptable y se actuará de manera adecuada ante (nuevas) evoluciones", ha advertido este jueves el portavoz del Ejército yemení, el coronel Sharaf Luqman, citado por la agencia de noticias local Saba News.
Las palabras del militar yemení se producen en reacción al reciente bombardeo de tres radares del movimiento popular yemení Ansarolá con misiles de crucero Tomahawk. Este ataque, según autoridades estadounidenses, respondió allanzamiento de misiles contra un destructor estadounidense –segundo ataque en cuatro días– provenientes de zonas bajo el control del movimiento popular yemení Ansarolá.
Para el coronel Luqman el ataque estadounidense contra los radares es "una "provocación que no beneficia a la seguridad ni a la estabilidad del tráfico marítimo internacional".
El movimiento popular Ansarolá ha negado que sus fuerzas hayan disparado misiles contra un destructor estadounidense desde las costas que controlan en Yemen.
Una fuente militar de este movimiento ha considerado que las acusaciones estadounidenses "carecen de fundamento" y ha advertido también de que tanto el Ejército como los comités populares "están preparados para repeler cualquier intento de agresión que cometa el enemigo bajo cualquier pretexto".
Por su parte, el Pentágono ha advertido de que, si bien no busca involucrarse directamente en la agresión saudí contra Yemen, sí "responderá" a cualquier amenaza futura "según corresponda" para proteger a su "personal, buques y libertad de navegación en ese importante corredor marítimo".
El destructor USS Mason, el objetivo del fallido ataque, ha sido enviado al estrecho Bab el-Mandeb para vigilar la situación e impedir que otros buques sean blanco de bombardeos como el que ocurrió la semana pasada cuando las fuerzas yemeníes destruyeron un catamarán híbrido HSV-2 Swift de la Fuerza Naval de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) que se encontraba cerca del USS Mason.
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