El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, busca estrechar relaciones con China y Rusia ante el deterioro de los nexos con su aliado Estados Unidos.
En declaraciones ofrecidas a los medios locales y publicadas el lunes, Duterte señaló que está al límite de “cruzar el Rubicón” en sus relaciones con Washington o, en otras palabras, según informa la cadena local ABS-CBN, de superar un punto de no retorno, por lo que Filipinas podría necesitar nuevos aliados en la región.
He hablado cara a cara con el primer ministro ruso, Dimitry Medvedev. Nadie lo supo. Le dije: creo que estoy a punto de cruzar el Rubicón con Estados Unidos durante al menos 6 años. Necesitaré vuestra ayuda en todo, comercio. Vamos a abrirnos”, expuso Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas.
El mandatario expresó además su intención de reforzar los lazos con China, país con el que Filipinas mantiene disputas sobre la soberanía de varios islotes del mar de China Meridional.
“He hablado con (el presidente chino) Xi Jinping. Voy a ir a China y ellos pueden venir aquí”, agregó.
El presidente filipino también arremetió contra el Occidente por sus injerencias en los asuntos internos de Filipinas y aseguró que desarrollará “una política exterior independiente”.
Hace casi dos semanas, el jefe de Estado filipino anunció que Manila comprará armas a Rusia y China y cesará las patrullas conjuntas con EE.UU., como parte de una política ‘independiente’ de los intereses de Washington.
Duterte ha tenido numerosos desencuentros con EE.UU. El más sonoro se produjo cuando, en una conferencia de prensa celebrada antes de despegar hacia Laos para asistir a una cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), insultó gravemente a su homólogo estadounidense, Barack Obama —quien también acudía al encuentro— por sus críticas a la polémica campaña antidrogas del Gobierno de Manila.
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