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miércoles, 7 de febrero de 2018

Por esto destruirá Trump a los EEUU

Las verdaderas razones del colapso de Wall Street y de la economía de los EEUU



El día viernes el índice Dow Jones de la bolsa de Nueva York se derrumbaba en 666 puntos. Ayer los indicadores continuaban con la caída alcanzando unas pérdidas acumuladas de 1600 puntos solo ese día. De tal manera que si sumamos las pérdidas del viernes y el lunes tenemos unas pérdidas acumuladas de 2266 puntos, cifras que ya resultan realmente preocupantes, pues las pérdidas registradas el día de ayer se constituyen en las mayores en la historia de la bolsa neoyorquina en un solo día.

Inclusive la caída bursátil que dio inicio al colapso financiero del 2008 no es comparable con lo que sucedió el día de ayer; por lo tanto, podemos entender que estas recientes jornadas negras para los mercados bursátiles mundiales solo pueden presagiar una solo cosa: El inicio de un colapso financiero pronunciado y catastrófico que sumirá al mundo en una grave recesión económica.

Muchos analistas financieros dicen que estos recientes descalabros financieros se deben a que la economía estadounidense está “muy bien”, con índices de desempleo históricamente bajos, razón por la cual temen que la FED suba los tipos de interés aprovechando esta favorable situación económica. Esta subida de tipos de interés se traduciría supuestamente en una inflación descontrolada; pero sin embargo, esos mismos analistas” aseguran que la FED combate una supuesta inflación inexistente aumentando las tasas de interés, toda una contradicción.

La realidad es que ni en Estados Unidos, ni en México, ni en Europa ni en muchos otros países del mundo hay tal inflación, sino todo lo contrario, es decir, lo que hay es una deflación. Así es, lo que hay es una caída de los precios y no una subida que es precisamente lo que significa la inflación. Para ser precisos; en México si hay inflación, pero es una inflación pequeña, nada comparable con lo que pasaba hace solo unos años atrás; pero en Estados Unidos, y en muchos países europeos, lo que realmente hay es una deflación.

¿Y por qué se da esa deflación? Pues precisamente por las tasas tan bajas, e inclusive negativas, de los tipos de interés. Así es, los intereses nulos o negativos no incentivan la actividad económica o industrial, sino todo lo contario, la deprimen, y, por lo tanto, generan deflación.

¿Y qué es lo que han estado intentando los bancos centrales para incentivar la actividad empresarial e industrial?, pues inundar el mercado con dinero gratis, es decir, imprimir billones de dólares para dárselos a los grandes empresarios y banqueros a tasas de interés cero.

Pero contrariamente a lo que se supone deberían de hacer los grandes bancos y las grandes empresas, es decir, la creación de más industria, más servicios y la otorgación de más crédito barato a los pequeños empresarios, han estado haciendo lo contrario, es decir, se han guardado el dinero y lo han utilizado para comprar a las pequeñas instituciones financieras y a las pequeñas empresas; de tal manera que los grandes conglomerados industriales se hacen cada vez más grandes; y los grandes bancos se hacen aún más grandes, acabando con la competencia y constituyéndose todo en un gran monopolio, de tal manera que la actividad industrial, empresarial y bancaria no se expande, sino más bien, se concentra en menos manos, por eso es que no hay inflación y la actividad económica no se expande, sino más bien, se contrae.

Lo que sucede en Estados Unidos es que las políticas fiscales de Donald Trump están teniendo un efecto aspiradora, es decir, están obligando a regresar a territorio norteamericano a los capitales estadunidenses que estaban fuera del país; asimismo, están incentivando el retorno de la industria estadounidense radicada en el extranjero a través de chantajes fiscales, como amenazarlos con pagar altos impuestos y altos aranceles para poder importar a Estados Unidos los productos fabricados en el extranjero. Además, a los capitales que se encuentran en el extranjero les están ofreciendo la posibilidad de retornar a EEUU sin pagar un solo impuesto. De esta manera se entiende por qué el desempleo en EEUU es tan bajo actualmente.

Pero las políticas fiscales y económicas de Trump tendrán un efecto boomerang, es decir, si por un lado retornan empresas, fábricas y capitales a los EEUU, también es cierto que el gobierno federal deja de percibir grandes cantidades de impuesto a causa de la reducción fiscal aplicada a las grandes empresas y a los grandes bancos, más no así a los pequeños empresarios; a ellos se les han aumentado los impuestos.

De esta manera tenemos que el gobierno estadounidense tiene que recurrir a contratar más deuda para poder cumplir con sus obligaciones y para mantener funcionando el gobierno, así como para poder lograr concretar los grandes proyecto de Trump; proyectos como lo son el muro transfronterizo con México, la renovación de su arsenal nuclear, el rearme del ejército, las misiones militares en el extranjero, las bases militares alrededor del mundo, etcétera.

Pero este endeudamiento extra del gobierno estadounidense lo que traerá será precisamente una grave recesión económica y la caída en el valor de los bonos soberanos del gobierno estadounidense, razón principal de las recientes caídas bursátiles de Wall Street; caídas que han arrastrado con ellas al resto de las bolsas del mundo.

Así que el reciente colapso de la bolsa de Nueva York no se debe a buena situación económica de los EEUU, o a un temor a una subida de los tipos de interés, ni siquiera se deben al desempleo históricamente bajo en los EEUU, ni a una presunta inflación inexistente; la realidad es que esas caídas bursátiles se deben a la deuda de los EEUU y su consiguiente derrumbe en el valor de los bonos del tesoro estadounidense; y a una más que probable nueva emisión cuantitativa para poder lograr concretar los megaproyecto que tiene en mente Donald Trump.

Así es, al bajar Trump los impuestos a los grandes empresarios y banqueros, ha tenido que subírselos a los pequeños empresarios, a los ciudadanos de a pie; pero además ha tenido la necesidad de recurrir a más deuda para compensar esa reducción en la recaudación fiscal. Pero elevar el techo de la deuda estadounidense eso ha tenido un efecto negativo en el valor de los bonos del tesoro, lo que a su vez ha provocado que los grandes inversores abandonen los bonos estadounidenses para invertir mejor en otro tipo de activo financiero, como podrían ser los bonos chinos o los bonos rusos; bonos chinos denominados en yuanes por supuesto.

Pero además al contratar más deuda el gobierno estadounidense, esto a su vez ha provocado una degradación en la calificación crediticia soberana de los EEUU, lo que a su vez a provocado que la nueva deuda sea contratada a un mayor tipo de interés, pues los inversores exigen una mayor rentabilidad para acceder comprar los bonos estadounidenses.

Esta venta masiva de bonos del gobierno estadounidense ha sido la verdadera causa de los recientes derrumbes de las bolsas de valores alrededor del mundo.

Lo curioso del caso es que la caída de los mercados ha arrastrado también consigo al valor de las criptomonedas. De esta manera tenemos que el bitcoin se llegó a cotizar por debajo de los 7000 dólares luego de haber alcanzado un valor cercano a los 20000 a finales del pasado mes de diciembre.

Esto nos confirma que las critomonedas no son más que un instrumento de especulación financiera y están muy lejos de su función idealizada por muchos, es decir, la de servir de contrapeso al dinero fíat y de servir de refugio financiero para la gente común. En realidad las criptomonedas descentralizadas solo han servido para enriquecer a algunos pocos y empobrecer a muchos que invirtieron en ellas creyendo que se harían millonarios de la noche a la mañana; lo malo es que invirtieron cuando ya el precio del bitcoin estaba muy inflado.

Hay inclusive youtubers que aseguran que en Estados Unidos, en México y muchos otros países hay una inflación galopante, pero sin embargo, como podemos comprobarlo, están totalmente equivocados y solo repiten como pericos lo que oyen decir a otros.

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