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sábado, 27 de febrero de 2021

Yibuti, punto de fricción de la Guerra Fría entre EEUU y China

 

EE.UU. y China, en su afán de mejorar sus expectativas globales, han visto en Yibuti un lugar idóneo para rivalizar y hacer realidad tal empeño.

Algunos Estados desempeñan un papel fundamental en la rivalidad entre Estados Unidos y China, en función de su tamaño y peso económico. Yibuti, un país diminuto de 22 mil kilómetros cuadrados y un millón de habitantes en el Cuerno de África, es uno de ellos, así inicia un artículo de opinión publicado el viernes en el portal estadounidense Bloomberg.

Se considera el único país del mundo que acoge tanto bases militares estadounidenses como chinas, y es ahí donde aflora la evidente rivalidad entre estas dos superpotencias mundiales para extender su influencia hacia el resto del continente africano.

El enorme interés de Washington y Pekín por extender su influencia sobre Yibuti se debe a su geografía estratégica, ya que se encuentra en la encrucijada de tres regiones cruciales; Asia Occidental, el Indo-Pacífico y, por su puesto, África.

Además de compartir con Yemen el control sobre el estrecho de Bab al-Mandeb, que une al mar Rojo con el golfo de Adén, una vía marítima que quizás represente el 20 % del comercio mundial, Yibuti es el puerto de entrada al continente africano para China, que ha estado haciendo grandes movimientos estratégicos en esta región, remarca el artículo.

La trayectoria de la participación china en la región africana durante las dos últimas décadas ha sido notable. De hecho, Pekín se adelantó a Washington como principal socio comercial de África en 2009.

El texto refleja que los préstamos y las inversiones chinas han financiado programas de infraestructura en todo el continente. Como parte de la Ruta de la Seda Digital, el gigante asiático ha invertido en la comercialización de tecnología de vigilancia avanzada y proyectos de “ciudades seguras”.

A pesar de las sanciones de EEUU, la compañía de telecomunicaciones china Huawei se ha posesionado en este continente para contribuir en la construcción de las redes 5G, especifica.

Mientras que la presencia de EE.UU. en África se ha centrado en gran medida en la llamada lucha contra el terrorismo, desde el 11 de septiembre de 2001, el compromiso de China se ha enfocado en la promoción de medidas económicas en una región con ansias de crecimiento.

De acuerdo con el texto, tener acceso al mercado de minerales y recursos energéticos de África es esencial para el impulso que necesita la economía del gigante asiático y, por ende, estableció su primera base militar fuera de sus fronteras en Yibuti en 2017, a fin de crear un estrecho vínculo económico y diplomático con los países regionales.

El Banco de Exportación e Importación de China (China Exim Bank) ofreció un crédito por valor de 1.5 mil millones de dólares para proyectos de modernización de instalaciones portuarias y la construcción de un sistema hídrico y una red de ferrocarriles de vía ancha a Etiopía, entre otros.

Bloomberg señala que aunque la presencia militar estadounidense en Yibuti es notable, se siente algo anacrónica, ya que está orientada principalmente hacia el desafío definitorio de la última generación, es decir, combatir el terrorismo, en lugar del desafío definitorio de esta única rivalidad entre las dos grandes potencias en el continente africano.

En este sentido, recomienda a las autoridades estadounidenses adelantarse a sus pares chinas en la distribución internacional de la vacuna contra la pandemia en la región a fin de evitar que China domine en esta área y sigua incrementando su poderío e influencia en África.

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