El presidente ruso está usando estrategias asimétricas para detener (y, en última instancia, derrotar) a los enemigos del Estado. Fuente: Ria Novosti
Hay 7.200 millones de personas en el mundo, pero los EE UU solo temen a un hombre: Vladímir Putin. Eso es porque en prácticamente todos los frentes de la nueva guerra fría, el presidente ruso está ganando por goleada el desafío colectivo de Occidente. El miedo te obliga a hacer cosas extrañas. La revista Forbes ha elegido a Putin como la persona más influyente del planeta por segundo año consecutivo.
Se dice que los rusos tardan mucho en ensillar sus caballos, pero cabalgan muy rápido. En Siria, Crimea y Ucrania, Occidente se ha desmoronado ante esta actitud y se ha enfrentado a humillantes derrotas. En el campo de la energía, serán las tuberías rusas, no las occidentales, las que dominarán el continente euroasiático.
Pero en lugar de apuntarse un tanto, sería un ejercicio mucho más constructivo tratar de entender cómo ha logrado Putin mantener a Rusia por encima en el marcador.
Conoce su ADN
Putin sabe cómo actúan los EE UU mejor que cualquier otro presidente ruso, gracias a su experiencia en la KGB. El modus operandi de los EE UU, sincronizado con Gran Bretaña, es organizar golpes de Estado, rebeliones y contrarrevoluciones en los países donde los líderes nacionalistas llegan al poder. Irán, Chile, Ecuador, Venezuela, Panamá y Ucrania son los ejemplos clásicos.
John Perkins escribe en sus Confesiones de un sicario económico cómo él y otros “sicarios” eran enviados a países en vías de desarrollo como consultores, para sobornar o coaccionar a diplomáticos, economistas y políticos para que cumpliesen las órdenes de los EE UU. A menudo tenían éxito. Pero si fracasaban, la CIA enviaba a los “chacales”: asesinos profesionales que se encargarían de matar a los que se interponían en el camino de la dominación estadounidense.
Este doble golpe que asestaban los sicarios económicos y los asesinos a sueldo era tan efectivo para la creación de repúblicas bananeras que los EE UU rara vez tenían que recurrir a otros medios. Entre las pocas veces que se vieron obligados a usar el ejército para alcanzar objetivos comerciales están Irak y, en menor medida, Libia.
Putin sabe que los EE UU han intentado algo parecido en Rusia. Como exagente de la KGB en servicio en Alemania del Este, sabe cómo se mueven los sicarios. “Putin estudió contrainteligencia: esto es un dato crucial para entender por qué es el mejor jugador”, escribe Joaquín Flores, en el Centro de Estudios Sincréticos. “La contra-inteligencia no se trata solo de encontrar espías, sino de neutralizar efectivamente el trabajo de los agentes infiltrados o de los que tienen como misión infiltrarse para destruir las instituciones desde dentro”.
La guerra en Ucrania es un claro pretexto para arrastrar a Rusia a un enfrentamiento militar directo con las Fuerzas Armadas ucranianas, con el objetivo de desencadenar una guerra regional en Europa.
La respuesta de Rusia es doble. Por una parte, se niega a comenzar una guerra con Ucrania, lo que frustra a los EE UU. La inactividad de Washington en Ucrania fue brillantemente descrita por un general chinocomo un síntoma de la “disfunción eréctil” estratégica de los EE UU.
Directo a la yugular económica
En segundo lugar, Putin está empleando estrategias asimétricas para detener y, en última instancia derrotar, al imperio de los EE UU. El principal objetivo es el corazón de su poder: el dólar. Rusia, con el apoyo de losBRICS, se está alejando del comercio en dólares, un paso que tendrá un grave impacto en la economía estadounidense, que apenas está creciendo.
Según el portal Zero Hedge, “Los consejeros de Putin proponen la creación de una amplia 'alianza anti-dólar' formada por países dispuestos a eliminar la moneda estadounidense de su comercio internacional. Los miembros de esta alianza también evitarían acumular reservas monetarias en depósitos denominados en dólares. Una coalición anti-dólar podría ser el primer paso para la creación de una colación anti-guerra que ayude a detener las agresiones estadounidenses”.
“No es sorprendente que el asesor presidencial Glazíev crea que el principal papel en la creación de esa coalición política debe desempeñarlo la comunidad empresarial y económica de Europa, ya que los intentos de EE UU de empezar una guerra en Europa y una guerra fría contra Rusia están amenazando los intereses de las grandes compañías europeas”.
“A juzgar por los recientes esfuerzos que los responsables económicos de Alemania, Francia, Italia y Austria han realizado para levantar las sanciones contra Rusia, los asesores de Putin tienen razón en sus afirmaciones. Aunque resulte sorprendente para Washington, la guerra en Ucrania podría convertirse en una guerra por la independencia europea de los EE UU y en una guerra contra el dólar”.
Mientras Putin ha ido moviendo las piezas correctas en el ajedrez geopolítico, sus oponentes no se han quedado quietos viendo cómo su imperio se desmorona. Actualmente, el rublo está descendiendo al cambio con el dólar, mientras los saudíes han puesto por los suelos el precio del petróleo, seguramente a órdenes de sus señores estadounidenses. Los EE UU van a tratar implacablemente de subvertir Rusia, ya que es el único país que se interpone entre ellos y la dominación mundial.
Sin embargo, Putin es un judoka que sabe cómo usar la fuerza de su oponente en su contra. De todos modos, lo único que necesita es detener a los bárbaros a las puertas de la ciudad. Llegarán refuerzos desde el Este: principalmente desde China, pero también desde India, y solo es cuestión de tiempo que derroten a las fuerzas estadounidenses.
Mientras tanto, aquí tenemos un marcador para llevar la cuenta de cómo Putin acumula puntos contra el presidente Barack Obama.
Siria: Putin-1, Obama-0
Crimea: Putin-1, Obama-0
Ucrania: Putin-1, Obama-0
Gasoductos: Putin-2, Obama-0
Forbes: Putin-2, Obama-0
Rakesh Krishan Simhan es un periodista y analista indio que vive en Nueva Zelanda. Ha trabajado en India Today, Hindustan Times o el Business Standard.
Hay 7.200 millones de personas en el mundo, pero los EE UU solo temen a un hombre: Vladímir Putin. Eso es porque en prácticamente todos los frentes de la nueva guerra fría, el presidente ruso está ganando por goleada el desafío colectivo de Occidente. El miedo te obliga a hacer cosas extrañas. La revista Forbes ha elegido a Putin como la persona más influyente del planeta por segundo año consecutivo.
Se dice que los rusos tardan mucho en ensillar sus caballos, pero cabalgan muy rápido. En Siria, Crimea y Ucrania, Occidente se ha desmoronado ante esta actitud y se ha enfrentado a humillantes derrotas. En el campo de la energía, serán las tuberías rusas, no las occidentales, las que dominarán el continente euroasiático.
Pero en lugar de apuntarse un tanto, sería un ejercicio mucho más constructivo tratar de entender cómo ha logrado Putin mantener a Rusia por encima en el marcador.
Conoce su ADN
Putin sabe cómo actúan los EE UU mejor que cualquier otro presidente ruso, gracias a su experiencia en la KGB. El modus operandi de los EE UU, sincronizado con Gran Bretaña, es organizar golpes de Estado, rebeliones y contrarrevoluciones en los países donde los líderes nacionalistas llegan al poder. Irán, Chile, Ecuador, Venezuela, Panamá y Ucrania son los ejemplos clásicos.
John Perkins escribe en sus Confesiones de un sicario económico cómo él y otros “sicarios” eran enviados a países en vías de desarrollo como consultores, para sobornar o coaccionar a diplomáticos, economistas y políticos para que cumpliesen las órdenes de los EE UU. A menudo tenían éxito. Pero si fracasaban, la CIA enviaba a los “chacales”: asesinos profesionales que se encargarían de matar a los que se interponían en el camino de la dominación estadounidense.
Este doble golpe que asestaban los sicarios económicos y los asesinos a sueldo era tan efectivo para la creación de repúblicas bananeras que los EE UU rara vez tenían que recurrir a otros medios. Entre las pocas veces que se vieron obligados a usar el ejército para alcanzar objetivos comerciales están Irak y, en menor medida, Libia.
Putin sabe que los EE UU han intentado algo parecido en Rusia. Como exagente de la KGB en servicio en Alemania del Este, sabe cómo se mueven los sicarios. “Putin estudió contrainteligencia: esto es un dato crucial para entender por qué es el mejor jugador”, escribe Joaquín Flores, en el Centro de Estudios Sincréticos. “La contra-inteligencia no se trata solo de encontrar espías, sino de neutralizar efectivamente el trabajo de los agentes infiltrados o de los que tienen como misión infiltrarse para destruir las instituciones desde dentro”.
La guerra en Ucrania es un claro pretexto para arrastrar a Rusia a un enfrentamiento militar directo con las Fuerzas Armadas ucranianas, con el objetivo de desencadenar una guerra regional en Europa.
La respuesta de Rusia es doble. Por una parte, se niega a comenzar una guerra con Ucrania, lo que frustra a los EE UU. La inactividad de Washington en Ucrania fue brillantemente descrita por un general chinocomo un síntoma de la “disfunción eréctil” estratégica de los EE UU.
Directo a la yugular económica
En segundo lugar, Putin está empleando estrategias asimétricas para detener y, en última instancia derrotar, al imperio de los EE UU. El principal objetivo es el corazón de su poder: el dólar. Rusia, con el apoyo de losBRICS, se está alejando del comercio en dólares, un paso que tendrá un grave impacto en la economía estadounidense, que apenas está creciendo.
Según el portal Zero Hedge, “Los consejeros de Putin proponen la creación de una amplia 'alianza anti-dólar' formada por países dispuestos a eliminar la moneda estadounidense de su comercio internacional. Los miembros de esta alianza también evitarían acumular reservas monetarias en depósitos denominados en dólares. Una coalición anti-dólar podría ser el primer paso para la creación de una colación anti-guerra que ayude a detener las agresiones estadounidenses”.
“No es sorprendente que el asesor presidencial Glazíev crea que el principal papel en la creación de esa coalición política debe desempeñarlo la comunidad empresarial y económica de Europa, ya que los intentos de EE UU de empezar una guerra en Europa y una guerra fría contra Rusia están amenazando los intereses de las grandes compañías europeas”.
“A juzgar por los recientes esfuerzos que los responsables económicos de Alemania, Francia, Italia y Austria han realizado para levantar las sanciones contra Rusia, los asesores de Putin tienen razón en sus afirmaciones. Aunque resulte sorprendente para Washington, la guerra en Ucrania podría convertirse en una guerra por la independencia europea de los EE UU y en una guerra contra el dólar”.
Mientras Putin ha ido moviendo las piezas correctas en el ajedrez geopolítico, sus oponentes no se han quedado quietos viendo cómo su imperio se desmorona. Actualmente, el rublo está descendiendo al cambio con el dólar, mientras los saudíes han puesto por los suelos el precio del petróleo, seguramente a órdenes de sus señores estadounidenses. Los EE UU van a tratar implacablemente de subvertir Rusia, ya que es el único país que se interpone entre ellos y la dominación mundial.
Sin embargo, Putin es un judoka que sabe cómo usar la fuerza de su oponente en su contra. De todos modos, lo único que necesita es detener a los bárbaros a las puertas de la ciudad. Llegarán refuerzos desde el Este: principalmente desde China, pero también desde India, y solo es cuestión de tiempo que derroten a las fuerzas estadounidenses.
Mientras tanto, aquí tenemos un marcador para llevar la cuenta de cómo Putin acumula puntos contra el presidente Barack Obama.
Siria: Putin-1, Obama-0
Crimea: Putin-1, Obama-0
Ucrania: Putin-1, Obama-0
Gasoductos: Putin-2, Obama-0
Forbes: Putin-2, Obama-0
Rakesh Krishan Simhan es un periodista y analista indio que vive en Nueva Zelanda. Ha trabajado en India Today, Hindustan Times o el Business Standard.
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