Aunque la agencia Bloomberg asegura que los bancos chinos van a respetar las sanciones estadounidenses contra los funcionarios del país asiático por miedo a perder el acceso al dólar, es demasiado pronto para celebrar la victoria de EEUU y su moneda.
"El dólar sigue siendo el rey. Y eso significa que los bancos pueden hacer las cosas de dos formas: a la manera estadounidense o no hacerlas", afirma Bloomberg subrayando que las declaraciones de los funcionarios chinos y de Hong Kong respecto a las sanciones que se les imponen no tienen nada que ver con la realidad, escribe el columnista de la versión rusa de Sputnik Iván Danílov.
Después de que la Casa Blanca sancionara la adopción de la Ley de Seguridad Nacional para suprimir las protestas en Hong Kong, muchos de los once funcionarios que figuran en las listas de sanciones se apresuraron a mostrar su invulnerabilidad a la presión de Washington.
"Las acciones de los bancos dicen lo contrario. Según Bloomberg, que cita fuentes familiarizadas con la situación, los mayores bancos estatales de China en Hong Kong están tomando medidas preliminares para hacer cumplir las sanciones. Los principales bancos en Estados Unidos, incluidos el Bank of China, el China Construction Bank y el China Merchants Bank, han mostrado cautela al abrir nuevas cuentas para los funcionarios sancionados y al menos uno ha suspendido esas actividades", señala Bloomberg.
Según Danílov, el razonamiento lógico de este y otros medios de comunicación occidentales es el siguiente: los bancos chinos temen perder el acceso al mercado laboral en Estados Unidos con dólares estadounidenses y, por lo tanto, se niegan a atender a los funcionarios chinos de alto rango, lo que significa que el dólar sigue siendo el gobernante de facto del mundo, explica Danílov.
El columnista recuerda que el uso de otras monedas para las transacciones no es la panacea, como ya ha experimentado un banco chino que violó las sanciones estadounidenses contra Corea del Norte y trató de ocultar esas transacciones. Estados Unidos, que ha podido rastrear todas las transferencias bancarias a través del sistema internacional SWIFT para luchar contra el terrorismo desde 2001, estas transacciones y castiga a los infractores.
La conclusión a la que se ve abocado el lector es que el resto del mundo, China entre ellos, se arrodillará ante EEUU dándose cuenta de que sin el dólar y sin SWIFT no pueden sobrevivir y, por lo tanto, tendrán que obedecer a Washington. Pero el analista político está seguro de que es una conclusión errónea.
"La conclusión correcta es que los pasos de Estados Unidos obligan a Pekín, Moscú y Bruselas, entre otros, a darse cuenta de que, o bien desarrollan y distribuyen urgentemente (mucho más rápido que antes) sus propios sistemas alternativos al SWIFT y sus monedas para realizar pagos, o tendrán que arrodillarse ante Washington, esta vez de verdad", relata Danílov.
Este tipo de medidas había empezado a adoptarse ya antes de la introducción de las sanciones de Hong Kong, pero un rediseño tan profundo del sistema financiero es costoso, largo y muy difícil. Sin mencionar el hecho de que Pekín está desilusionado por no ser capaz de ponerse de acuerdo con Washington.
En el volumen de comercio entre Rusia y China en el primer trimestre de 2020, el dólar estadounidense se llevó menos del 50% de cuota, frente al 75% en 2018. En julio también se informó de un gran avance en la desdolarización del comercio internacional de petróleo.
"El dólar sigue siendo el verdadero rey del mundo financiero. Pero debido a las acciones de Washington, la 'guillotina' ya se está preparando a un ritmo acelerado", concluye el columnista.
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