El Departamento de Justicia de EE.UU. se desmiente al contradecirse en sus explicaciones sobre los supuestos tanqueros iraníes de combustible confiscados.
A esta conclusión llega una investigación del portal de periodismo de datos La Tabla al revisar el comunicado del Departamento de Justicia Estados Unidos, emitido el viernes, en el cual explica el motivo de la “confiscación” de los barcos iraníes.
A través de su cuenta en Twitter, el medio hace notar este domingo que existe una discrepancia en la definición de la carga de los buques en el documento norteamericano, el mismo que adjunta al siguiente mensaje: “¿Combustible o petróleo? El propio comunicado del Departamento de Justicia EEUU, que anuncia incautación de ‘tanqueros iraníes’ se desmiente: en título y primer párrafo dice que es combustible (iranian fuel y fuel shipment) y en el tercer párrafo petróleo (barrels of petroleum)”.
Esto se suma al hecho de que los navíos Bella, Bering, Luna y Pandi —supuestamente confiscados— no poseen bandera iraní y tampoco partieron de ningún puerto persa. Al respecto, el embajador de Teherán en Caracas, Hojat Soltani, quien aseveró que se trataba de “otra mentira y guerra psicológica de la máquina de propaganda de EEUU, pues “los barcos no son iraníes, y ni el dueño ni su bandera tienen nada que ver con Irán”.
Las pesquisas realizadas por el portal venezolano en las páginas web de Vesselfinder y MarineTraffic, que ofrecen información acerca de la geolocalización de navíos, le permitió concluir “con certeza que dos tanqueros salieron de Emiratos [Árabes Unidos] y uno de Israel”, cuyo destino era el Reino Unido.
Además, La Tabla pone de relieve que el viernes 14 de agosto, el Departamento de Justicia anunció la confiscación de los cuatro tanqueros, pero 41 días atrás, James E. Boasberg, juez de una corte en el Distrito de Columbia, había emitido una orden para incautar los barcos. Con estos falsos argumentos, el Gobierno de Estados Unidos y distintas agencias internacionales de noticias, crearon una matriz de opinión y para respaldarla “adelantaron informes” que resultaron ser también falsos.
Contempla también que Caracas y Teherán “no han emitido información sobre nuevos acuerdos para el envío de gasolina”, tras el arribo sin incidentes a los puertos venezolanos de cinco buques procedentes de Irán el pasado mes de mayo.
Como parte de su alianza estratégica, Irán envió a Venezuela cinco buques cisterna, cargados con 1,53 millones de barriles de gasolina y aditivos, para paliar la gran escasez de combustible que sufre el país sudamericano a raíz de las sanciones impuestas por EEUU, en el marco de su campaña de presión contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Todos los petroleros llegaron a Venezuela uno tras otro sin que EE.UU. hiciera nada para evitarlo, pese a haber amenazado con intervenir si la República Islámica entregaba combustible al país sudamericano.
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