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viernes, 24 de noviembre de 2023

La nueva amenaza China a EEUU: lanzan un avión espacial militar secreto

China ha lanzado al espacio un cohete que cargaba una “nave experimental reutilizable”. Según los expertos, se podría tratar de un avión espacial similar a otro que usa EEUU


El pasado viernes un cohete Long March 2F despegó con éxito del Centro de lanzamiento de satélites de Jiuquan, en el desierto de Gobi, cargando con una nave experimental hasta la órbita baja terrestre. China no ha revelado detalles de su nueva misión, pero los expertos piensan que se trata de un avión espacial reutilizable en pruebas similar al X-37B estadounidense.

La noticia la daba de manera escueta la agencia estatal china de noticias, Xinhua. El medio oficialista sostiene que la nave espacial experimental estará en órbita durante un tiempo antes de regresar a China. Este test, aseguran, servirá para llevar a cabo la verificación de la tecnología en órbita así como su capacidad de reutilización. Aunque no hay muchos más detalles sobre la nueva nave, Xinhua afirma que proporcionará “apoyo técnico al uso pacífico del espacio".

Como es habitual con los avances tecnológicos chinos, no han trascendido muchos más detalles de este lanzamiento. A parte de los dos párrafos publicados por Xinhua, Pekín no ha dado más información sobre la carga que llevaba el Long March 2F. Igual que sucedió en septiembre de 2020 con una misión similar, las autoridades espaciales chinas no han publicado imágenes del lanzamiento ni han dado más informaciones relacionadas con la operación. Sin embargo, sí sabemos que el 18º Escuadrón de Defensa Espacial de la Fuerza Espacial de EEUU localizó la nave y ha confirmado que se encuentra en una órbita de 346 por 593 kilómetros inclinada 50 grados.

Pekín, ni siquiera ha relacionado este lanzamiento con el que se produjo hace dos años. En aquella misión la nave permaneció en órbita durante dos días en los cuales se cree que liberó una pequeña carga útil antes de regresar a la Tierra.

Una copia del avión espacial experimental norteamericano

A partir de aquí son todo especulaciones. Pero varios medios especializados apuntan a que se podría tratar de un avión espacial con un tamaño y unas funciones similares al X-37B estadounidense. El Long March 2F tiene una capacidad de carga útil a la órbita baja de la Tierra que supera las ocho toneladas métricas y podría haber sufrido modificaciones que le permitirían cargar con una nave de esas características.

El Vehículo de Pruebas Orbitales X-37B (OTV), es una nave experimental de pruebas no tripulada y reutilizable para la Fuerza Aérea de los EEUU. El objetivo de esta plataforma espacial, según la USAF, es doble: probar “tecnologías de naves espaciales reutilizables para el futuro de Estados Unidos en el espacio y [realizar] experimentos operativos que puedan ser devueltos y examinados en la Tierra”. El X-37B va por su sexta misión de prueba y ha acumulado ya más de 800 días orbitando alrededor de nuestro planeta.

Un hito para China… si lo consiguen

China lleva tiempo declarando su intención aumentar sus esfuerzos para desarrollar sistemas de transporte reutilizables. Long Lehao, un reputadísimo ingeniero chino, responsable del diseño del programa Long March, compartió durante una conferencia unas imágenes de un avión espacial como el que podrían estar probando ahora.

Pero, como ya demostró la experiencia con el transbordador espacial de la NASA, desarrollar este tipo de naves espaciales no es nada fácil y hay que superar complicados retos tecnológicos para conseguirlo. "Los aviones espaciales y los vehículos orbitales reutilizables han ido y venido, y han vuelto”, asegura Bleddyn Bowen, investigador de política espacial y relaciones internacionales en el espacio exterior de la Universidad de Leicester, en declaraciones para Space News. “Puede haber algunos usos marginales y variados para ellos, pero son extremadamente caros en comparación con los cohetes convencionales porque las tensiones de la reentrada atmosférica causan estragos en los materiales y las estructuras".

Bowen asegura que si los ingenieros chinos logran superar los problemas a los que se enfrentaron otros aviones espaciales como el Dyna-Soar o el transbordador espacial —y los retos a los que se enfrenta ahora también el Starship de SpaceX— se trataría de un éxito notable. “Deberíamos ver el desarrollo de los aviones espaciales como parte de las inversiones más amplias de China en todo tipo de tecnologías espaciales, civiles y militares, y no como algo singularmente amenazador o que tenga la certeza de triunfar donde otros han fracasado", sostiene el investigador.

China parece decidida en su apuesta y están trabajando en otras naves reutilizables y aviones espaciales como el Tengyun, de la China Aerospace Science and Industry Corp. (CASIC). La Academia China de Tecnología de Vehículos de Lanzamiento tiene planeado desarrollar un vehículo de lanzamiento superpesado y totalmente reutilizable, probablemente inspirado en el Starship de SpaceX, durante la próxima década. Y la empresa china Space Transportation recaudó el año pasado más de 46,3 millones de dólares para desarrollar un avión espacial hipersónico.

Zhang Hongwen, antiguo responsable de CASIC comentó en 2018 durante una entrevista a la televisión estatal del país asiático que: "A diferencia del reciclaje de cohetes adoptado por SpaceX, el avión espacial puede despegar desde un aeropuerto ordinario para transportar naves espaciales a la órbita. Supondrá una revolución para el futuro transporte espacial".

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