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martes, 27 de junio de 2017

La dura respuesta de Rusia a la expansión de la OTAN



La Alianza Atlántica continúa su expansión en Europa: bases de defensa antimisiles en Polonia y Rumanía; aviones, tanques y contingentes reforzados de tropas en los países del Báltico; ejercicios a gran escala que incluyen maquinaria pesada, buques y bombarderos estratégicos, observa Dmitri Litovkin, columnista de la página web del canal Zvezda.

"Ucrania sueña con convertirse en una importante plataforma para la próxima 'guerra relámpago' de Occidente contra Rusia", opina Litovkin.

Washington ya está considerando desplegar en el país su contingente militar con el fin de prestar ayuda a Kiev, añade.

Además, ha aumentado drásticamente la actividad de los aviones de la OTAN. Solo la semana pasada, las aeronaves espías extranjeras sobrevolaron las fronteras de Rusia más de 20 veces.

"Las acciones de nuestros colegas occidentales conducen a la destrucción del sistema de seguridad mundial, aumentan la desconfianza mutua y nos obligan a utilizar medidas de respuesta, especialmente en el frente estratégico occidental. Estamos mejorando la fuerza de combate de las tropas y el sistema para su despliegue", cita Litovkin al ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú.

Según el ministro, más de 30 grupos tácticos, equipados con los materiales necesarios, están listos para un despliegue de combate urgente. Además, se está llevando a cabo un rearme del Ejército y la Armada de Rusia con nueva maquinaria militar.

Asimismo, el columnista señala que se ha vuelto a formar el primer ejército de tanques de la Guardia, así como dos divisiones de infantería motorizada.

En el sur de los Urales se restableció la división armada, que incluye regimientos de artillería autopropulsada e infantería motorizada, así como batallones de defensa antimisiles, reconocimiento, comunicación, medicina militar y logística.

"Esta formación es una reserva 'caliente' del comando. En el caso de que sea necesario, será trasladada a Occidente", explica Litovkin.



​Además, para el 1 de diciembre, se habrá formado en Crimea un batallón de desembarco. La aparición de paracaidistas garantizará la sostenibilidad de las tropas rusas en la península, subraya el columnista.

El refuerzo de las tropas se lleva a cabo dentro del programa de rearme para el año 2020. Alrededor de 300 unidades de nuevos sistemas de armas y maquinaria militar han sido trasladados a Crimea. Los regimientos militares recibieron los novedosos sistemas antitanque Jrisantema-S, obuses de 152 mm Msta-S, así como lanzamisiles múltiples Tornado-G. Las tropas de defensa costera se completaron con el sistema móvil antibuque Bal, equipado con proyectiles de crucero X-35 Uran. Pronto, en la península aparecerán los sistemas tácticos Iskander y los bombarderos de largo alcance Tu-22M3. Los mismos sistemas, capaces de utilizar armas nucleares, se desplegarán en las regiones de San Petersburgo y Kaliningrado.

"La actividad de la OTAN en Europa del Este y Ucrania es alarmante. Pero no hay que entrar en pánico. (…) El programa de modernización del Ejército y la Armada de Rusia deja claro que cualquier paso hostil por parte de Washington y Bruselas recibirá una respuesta de Moscú", concluye Dmitri Litovkin.

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