Las maniobras militares, que comprendieron un desembarco anfibio, se llevaron a cabo el viernes en las aguas frente a la costa de Fujian (sureste de China), cerca de Taiwán, un día después del aterrizaje de un avión de Estados Unidos en la isla, según informó el domingo el diario oficial chino Global Times.
El avión del Ejército estadounidense aterrizó el jueves en Taiwán la misma jornada en la que el director del Instituto Americano de Taiwán, que actúa como embajada de facto de Estados Unidos, Brent Christensent, terminase su mandato y relevado por la diplomática Sandra Oudkirk.
Global Times consideró las prácticas militares chinas como una “advertencia” y un mensaje de “disuasión” para EE.UU. y los “secesionistas de Taiwán”, mientras que no descartó la posibilidad de que en el futuro se realicen simulacros más complejos.
“Como tropas de primer nivel con base en la costa sureste, debemos entrenar duro en escenarios como los de las batallas reales, estar preparados para el combate en todo momento y salvaguardar resueltamente la soberanía nacional y la integridad territorial”, dijo el general Zhu Chaojun, un alto mando militar chino, a los medios locales.
El Ministerio de Defensa de China denunció el jueves que un avión militar estadounidense C-146A Wolfhound había penetrado en el espacio aéreo del país sin autorización y advirtió sobre las “graves consecuencias” de esta entrada ilegal.
El portavoz del Ministerio de Defensa chino, Wu Qian, reiteró que “Taiwán es parte del territorio sagrado e inalienable de China”, advirtiendo que EE.UU. estaba “jugando con fuego” enviando aeronaves militares a la isla sin permiso de Pekín.
La advertencia de China viene en medio de una escalada de tensiones entre Pekín y Washington por el tema de Taiwán, isla autogobernada desde el final de la guerra civil en 1949, cuya soberanía reclama el gigante asiático.
Desde la isla también se ve con preocupación la tensión en ambos lados del estrecho de Taiwán. En esta misma línea, el ministro taiwanés de Exteriores, Joseph Wu, señalado por Pekín como un “separatista acérrimo”, ha dicho que “la posibilidad de guerra con China es real”.
China ha denunciado sistemáticamente las provocaciones de Washington y su postura —apoyo militar y contactos diplomáticos— hacia el actual gobierno separatista de Taipéi. Por ello, advierte que está lista para entrar en guerra, si tratan de impulsar la independencia de la isla.
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