Rusia ha probado con éxito un misil de crucero hipersónico “Tsirkon”, disparado desde una fragata en el mar Blanco contra un objetivo terrestre.
El proyectil voló una distancia de más de 350 kilómetros hasta alcanzar con precisión un objetivo en las costas del mar de Barents, según ha anunciado el Ministerio ruso de Defensa en un comunicado emitido este lunes.“El misil ‘Tsirkon’ impactó certeramente el objetivo determinado a una distancia de más de 350 kilómetros”, se lee en la nota, que no ofrece más detalles sobre cuándo se produjo el ensayo.
El proyectil, lanzado desde la fragata Admiral Gorshkov de la Flota del Norte de la Armada rusa, alcanzó la velocidad Mach 7 (en torno a 8500 kilómetros por hora), agrega el comunicado y detalla que durante la prueba, “se confirmaron las características táctico-técnicas del misil”.
Según la Defensa rusa, el alcance del misil de crucero hipersónico “Tsirkon” supera los 1000 kilómetros y su velocidad puede ser nueve veces más que el sonido. El misil, considerado también como “asesino de portaviones”, es difícil de interceptar, de acuerdo con los expertos, gracias a su alta velocidad de vuelo.
Según el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, el Tsirkon entrará en servicio en submarinos y barcos de superficie de la Armada rusa, una vez completadas las pruebas estatales del misil.
Además de la versión marítima, Rusia planea desarrollar la versión terrestre y aérea del proyectil, lo que mejorará considerablemente el poder defensivo del país euroasiático.
Este artilugio ha sido objeto de preocupación de Estados Unidos y sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en medio de una escalada de tensiones y carrera armamentista entre Washington y Moscú.
Rusia se está dedicando a modernizar sus equipos militares y a mejorar su capacidad ofensiva y defensiva, dadas las tiranteces que mantiene con el Occidente por temas como la crisis en Ucrania, situaciones que han conducido a ambas partes al borde de la guerra.
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