"El SBU llevó a cabo un segundo ataque contra el puente nueve meses después [de la explosión en 2022] utilizando drones navales que fueron diseñados como parte de una operación encubierta con la participación de la CIA y otros servicios de inteligencia occidentales", afirma el artículo.
Según el periódico, las fuerzas de seguridad ucranianas advirtieron con antelación a los representantes de la CIA en Ucrania sobre los mayores ataques planeados. En algunos casos, incluido el primer atentado del puente de Crimea, los funcionarios estadounidenses expresaron sus temores. De acuerdo con la fuente, en algunos casos Kiev recibió una breve respuesta de Washington sobre la falta de voluntad de Estados Unidos de participar en tales operaciones.
"Ambas partes trataron de mantener una distancia entre la CIA y las operaciones mortíferas llevadas a cabo por sus socios en Kiev", señala el medio, citando a funcionarios estadounidenses y ucranianos no identificados.
Asimismo, el periódico subraya que ninguna operación importante de los servicios de seguridad ucranianos se lleva a cabo sin la autorización "tácita o de cualquier otro tipo" del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Además, Washington Post asegura que, en los últimos 20 meses, el SBU y el Ministerio de Defensa ucraniano habían llevado a cabo decenas de asesinatos de funcionarios rusos en los nuevos territorios y personas mediáticas como Daria Dúguina o el periodista ruso Vladlén Tatarski.
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