El
cambio es una buena señal: demuestra que la roca está activa y que a
finales de año podríamos verla a simple vista, tan brillante como la
Luna llena
El cometa Ison, descubierto hace ahora un año por
científicos rusos, puede convertirse en uno de los más espectaculares de
la historia. Si las previsiones más optimistas se cumplen, la roca
brillará tanto como la Luna llena a finales de año y, tal vez, incluso
pueda ser visible a pleno día. Pero los cometas son caprichosos e
impredecibles, por lo que, hasta que esté en las proximidades de la
Tierra, es difícil saber cómo se comportará. Aunque sí puede darnos
algunas pistas. Y la última resulta prometedora. Fotografías recientes
captadas por astrónomos aficionados muestran la cabeza de Ison envuelta
en una brillante cabellera verde, la nube de polvo y gas que cubre el
núcleo. Esto significa que se está volviendo más activo a medida que
entra en el ámbito del Sistema Solar interior y recibe una mayor influencia del Sol
La luz del Sol que cae sobre el núcleo del cometa vaporiza el polvo
impregnado con hielo y forma la coma o cabellera, una atmósfera temporal
compuesta de vapor de agua, polvo, dióxido de carbono, amoníaco y otros
gases. Una vez liberada, la coma puede medir miles de kilómetros de
longitud, algunas incluso miles de millones de kilómetros. El
calentamiento solar también libera cianógeno y carbono diatómico, gases
que parecen verdes con la luz ultravioleta del Sol, motivo del cambio de
color de Ison, según explican desde Universe Today.
Fuente: ABC | Universe Today
El
cambio es una buena señal: demuestra que la roca está activa y que a
finales de año podríamos verla a simple vista, tan brillante como la
Luna llena
El cometa Ison, descubierto hace ahora un año por científicos rusos, puede convertirse en uno de los más espectaculares de la historia. Si las previsiones más optimistas se cumplen, la roca brillará tanto como la Luna llena a finales de año y, tal vez, incluso pueda ser visible a pleno día. Pero los cometas son caprichosos e impredecibles, por lo que, hasta que esté en las proximidades de la Tierra, es difícil saber cómo se comportará. Aunque sí puede darnos algunas pistas. Y la última resulta prometedora. Fotografías recientes captadas por astrónomos aficionados muestran la cabeza de Ison envuelta en una brillante cabellera verde, la nube de polvo y gas que cubre el núcleo. Esto significa que se está volviendo más activo a medida que entra en el ámbito del Sistema Solar interior y recibe una mayor influencia del Sol
La luz del Sol que cae sobre el núcleo del cometa vaporiza el polvo impregnado con hielo y forma la coma o cabellera, una atmósfera temporal compuesta de vapor de agua, polvo, dióxido de carbono, amoníaco y otros gases. Una vez liberada, la coma puede medir miles de kilómetros de longitud, algunas incluso miles de millones de kilómetros. El calentamiento solar también libera cianógeno y carbono diatómico, gases que parecen verdes con la luz ultravioleta del Sol, motivo del cambio de color de Ison, según explican desde Universe Today.
Fuente: ABC | Universe Today
El cometa Ison, descubierto hace ahora un año por científicos rusos, puede convertirse en uno de los más espectaculares de la historia. Si las previsiones más optimistas se cumplen, la roca brillará tanto como la Luna llena a finales de año y, tal vez, incluso pueda ser visible a pleno día. Pero los cometas son caprichosos e impredecibles, por lo que, hasta que esté en las proximidades de la Tierra, es difícil saber cómo se comportará. Aunque sí puede darnos algunas pistas. Y la última resulta prometedora. Fotografías recientes captadas por astrónomos aficionados muestran la cabeza de Ison envuelta en una brillante cabellera verde, la nube de polvo y gas que cubre el núcleo. Esto significa que se está volviendo más activo a medida que entra en el ámbito del Sistema Solar interior y recibe una mayor influencia del Sol
La luz del Sol que cae sobre el núcleo del cometa vaporiza el polvo impregnado con hielo y forma la coma o cabellera, una atmósfera temporal compuesta de vapor de agua, polvo, dióxido de carbono, amoníaco y otros gases. Una vez liberada, la coma puede medir miles de kilómetros de longitud, algunas incluso miles de millones de kilómetros. El calentamiento solar también libera cianógeno y carbono diatómico, gases que parecen verdes con la luz ultravioleta del Sol, motivo del cambio de color de Ison, según explican desde Universe Today.
Fuente: ABC | Universe Today
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