El canal chino CCTV7, en su nuevo programa sobre armas de aviación mostró una nueva bomba china con un alcance de más de 60 kilómetros que su artefacto se guía de manera autónoma mediante sistema de geolocalización Beidou (BDS, por sus siglas en chino), y cuenta con una precisión de hasta 30 metros.
De acuerdo con el medio chino, la bomba ha sido diseñada para lanzar al menos seis tipos diferentes de submuniciones con el fin de atacar a una variedad de objetivos.
La nueva bomba, con 500 kilogramos de peso dotada de 240 submuniciones, es muy parecida a la AGM-154 Joint Standoff Weapon, la bomba planeadora táctica estadounidense fabricada por la empresa estadounidense Raytheon.
La bomba estadounidense, desarrollada para la Fuerza Aérea y la Armada de EEUU, también tiene una masa de casi 500 kg y un alcance de hasta 130 kilómetros si se lanza desde gran altitud. Su objetivo principal es el de acertar en objetivos marítimos móviles, así como en blancos terrestres fijos.
Desde 1999, las bombas de esta familia se han empleado en operaciones en Irak, antigua Yugoslavia y Afganistán.
Los avances tecnológicos del país asiático le han preocupado a Washington. El Gobierno estadounidense, presidido por Donald Trump, considera a China y a su aliado Rusia como los principales “desafíos a la seguridad (de EEUU) en el espacio” y teme que sus tecnologías puedan acabar con la preeminencia de la posición del país norteamericano en el sector espacial.
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