Vladimir Putin advierte de las injerencias extranjeras en Bielorrusia y las “inaceptables” presiones contra el presidente de este país tras las elecciones.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su par francés, Emmanuel Macron, han mantenido este martes una conversación telefónica en la que han abordado “la rápida resolución de los problemas” en Bielorrusia, país que vive en los últimos días protestas contra el resultado de las elecciones presidenciales, celebradas el 9 de agosto, según un comunicado difundido por el Kremlin.
“Putin ha enfatizado que interferir en los asuntos internos de la República [de Belarús] y presionar a los líderes sería inaceptable”, reza la nota.
En la conversación, Macron ha reafirmado la postura de París, denunciando lo que ha dado en llamar la “violencia contra la población” en Bielorrusia y subrayando la voluntad de la Unión Europea de actuar en lo que respecta a la situación actual en dicho país.
El mandatario ruso ha adoptado la misma postura en otra charla telefónica, en este caso con la canciller alemana, Angela Merkel, a quien ha resaltado que “es inadmisible cualquier intento de injerencia” en Bielorrusia, alertando de una “mayor agudización de la crisis” en dicho país.
Bielorrusia atraviesa una crisis social como consecuencia de las manifestaciones opositoras que cuestionan la legitimidad de la reelección, con el 80,1 % de los votos, de Alexander Lukashenko como presidente del país. De hecho, la oposición bielorrusa denuncia un supuesto fraude en el trámite de los comicios presidenciales.
A modo de crítica y aprobando la denuncia de la oposición bielorrusa, los ministros de Exteriores de la Unión Europea acordaron el viernes poner en marcha una nueva batería de sanciones contra Lukashenko.
Al mismo tiempo, el Gobierno de EE.UU. ha afirmado que las elecciones bielorrusas “no fueron ni libres ni justas” y ha llamado a encontrar “una fórmula de coexistencia conjunta durante un período de transición, quizás hasta unas elecciones”.
Lukashenko ha atribuido, no obstante, la caótica situación en Bielorrusia a “elementos de injerencia extranjera” y se ha manifestado determinado a garantizar la seguridad con el apoyo de Rusia, país que ya ha expresado su disposición a enviar ayuda militar a Bielorrusia si fuera necesario.
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