La industria militar rusa prepara la producción en masa de los avanzados tanques de combate principal T-14 Armata, que reta a cualquier cohete antitanque.
“La armadura de Armata puede sobrevivir al impacto de cualquier arma antitanque existente. El tanque está equipado con una protección dinámica activa”, afirmó el martes la corporación militar rusa Uralvagonzavod en su reporte anual.
El T-14 Armata, que representa la nueva generación de blindados, es un avanzado carro de combate “totalmente desarrollado en Rusia, con nuevos diseños sin iguales, en particular, una torreta no tripulada”, indica la firma, según recogió la agencia oficial TASS.
La nota se refirió, asimismo, al blindado de combate de la infantería, T-15 Armata. A este respecto, detalló que las características especiales de los nuevos vehículos blindados fabricados protegen a la tripulación de las explosiones de las poderosas minas antitanques.
El T-15 también dispone de una torreta no tripulada digitalizada y una cápsula blindada aislada, especificó Uralvagonzavod.
Con fecha anterior, el vice primer ministro ruso, Dmitry Rogozin, anunció que el novedoso carro de combate principal entraría en operación experimental en 2019. Rusia tiene planeado construir más de 2300 tanques y vehículos militares Armata para el año 2025
La armadura de Armata puede sobrevivir al impacto de cualquier arma antitanque existente. El tanque está equipado con una protección dinámica activa”, afirmó la corporación militar rusa Uralvagonzavod en su reporte anual.
Las características del tanque de vanguardia ruso han provocado preocupación entre varios de los países integrantes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), como el Reino Unido.
En mayo, un rotativo sueco informó de que los países más industrializados de Europa, Alemania, Francia y el Reino Unido, plantean impulsar proyectos armamentísticos millonarios para fabricar armas con las que puedan hacer frente al “supertanque” del presidente ruso, Vladimir Putin.
En mayo, un rotativo sueco informó de que los países más industrializados de Europa, Alemania, Francia y el Reino Unido, plantean impulsar proyectos armamentísticos millonarios para fabricar armas con las que puedan hacer frente al “supertanque” del presidente ruso, Vladimir Putin.
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