El ejército israelí tuvo dificultades para planificar una operación terrestre en la Franja de Gaza debido a las importantes pérdidas de sus tropas de tanques y a la muerte de más de 40 oficiales. De acuerdo con la información disponible, la razón principal detrás del aplazamiento de la operación es la presencia de militantes de Hamás con sistemas portátiles de defensa aérea. Estos sistemas plantean serios problemas para los helicópteros israelíes, que normalmente proporcionan cobertura aérea durante las operaciones en tierra.
Durante 12 días de combates activos, Israel perdió 32 tanques Merkava. Fuentes de información afirman que algunos de estos tanques fueron destruidos por militantes de Hamás, mientras que otros fueron víctimas de las acciones del grupo libanés Hezbolá. Estas pérdidas podrían tener graves repercusiones en la planificación estratégica y la preparación de las fuerzas armadas israelíes, habida cuenta de sus posibles repercusiones en las decisiones de llevar a cabo nuevas operaciones militares en la región.
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